El ministro venezolano Diosdado Cabello exigió a las autoridades paraguayas pagar lo que deben al pueblo de Venezuela tras la recomendación del gobierno de Santiago Peña de evitar viajes a territorio venezolano por riesgos de seguridad. El funcionario chavista calificó de mamarrachas las declaraciones paraguayas durante una intervención difundida por VTV.
La deuda reclamada se refiere a una operación de 2009 mediante la cual la estatal petrolera PDVSA vendió combustible a Petróleos Paraguayos. Cabello, ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, indicó que el monto asciende a más de USD 300 millones y acusó a Paraguay de implementar estrategias para evitar el pago.
Cabello sugirió que las declaraciones paraguayas sobre riesgos de seguridad constituyen una maniobra para no cancelar la deuda pendiente con Caracas. El funcionario, quien también se desempeña como vicepresidente del gobernante partido PSUV, vinculó las tensiones diplomáticas actuales con la situación financiera no resuelta entre ambos países.
El ministro venezolano hizo referencia al interinato de Juan Guaidó, señalando que si se hubiera consumado, este habría condonado parte de la deuda. Cabello mencionó que hasta una comisión se habría repartido entre el enviado del prófugo de la justicia venezolana y el expresidente Mario Abdo Benítez.
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Esta no constituye la primera ocasión en que Cabello se refiere públicamente a Paraguay en términos similares. En enero pasado, el funcionario chavista realizó el mismo reclamo tras el reconocimiento del gobierno paraguayo al líder opositor Edmundo González Urrutia como ganador de las elecciones venezolanas.
En aquella oportunidad, Cabello acusó a Paraguay de sumarse a la lista de países que descaradamente se han querido inmiscuir en los asuntos internos de Venezuela. El funcionario argumentó que la realidad demuestra que Asunción está haciendo lo imposible para no pagar la deuda con Caracas.
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El reclamo se produce en el contexto de las tensiones diplomáticas regionales relacionadas con la crisis política venezolana y el reconocimiento internacional de los resultados electorales. La posición paraguaya contrasta con la línea oficial del régimen de Nicolás Maduro, generando fricciones bilaterales que se extienden a temas comerciales y financieros.
La operación petrolera de 2009 entre PDVSA y Petropar se realizó durante un período de mayor cooperación energética regional, pero las circunstancias políticas actuales han convertido este tema comercial en un instrumento de presión diplomática.
Fuente: ABC Color
