Una mujer, de 82 años, encontró en esta pandemia una oportunidad para volver a su pasión de tejer ñandutí y del mismo modo, ayudar a su familia.
Se trata de doña Enriqueta, quien realiza los apliques del popular tejido en los tapabocas confeccionados por su sobrina.
La mujer contó que actualmente sus hijas quedaron sin empleo y que gracias a su trabajo genera ingresos y mantiene a la familia.
“Estoy feliz porque ahora encuentro la validez que tengo para mi familia, demasiado contenta estoy con mi trabajo, ahora más porque todo el mundo aprecia”, dijo la mujer a NPY.
Su hija entre lágrimas manifestó el orgullo que siente por su madre, pues pese a su avanzada edad sigue con las ganas de ayudar a la familia y realizar su valorado trabajo, de acuerdo al informe del medio citado.
Aquellos que deseen realizar pedidos pueden comunicarse al (0992) 885952. Cada tapaboca tiene el precio de G. 10.000.