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Arquitectura europea se luce en San Bernardino

La arquitectura de Casa Di Peroni, en San Bernardino, es la herencia viva de toda una época dorada, influenciada por la migración europea que se asentó en la villa veraniega.

Casa Di Peroni. Foto: Gentileza.

Su restauración fue clave para que el público de la villa veraniega disfrute en la actualidad de sus encantos, de sus habitaciones de techos altos, revestidas con moda y arte, y de la gastronomía al dente de Rodolfo Angenscheidt y Hermann Soerensen.

La propiedad que alberga Casa Di Peroni abre sus puertas al público para que los visitantes puedan vivir la experiencia de viajar en el tiempo y empaparse de historia, arte, cultura y moda.

El recinto es fruto de una clásica arquitectura cuyos espacios y jardines fueron totalmente remodelados por un grupo de profesionales, liderado por la arquitecta Bibiana Stroessner.

Gracias al trabajo de restauración, la casona revive aquellos años dorados del siglo XX.

“Para mí, fue un placer restaurar la casa, sacar brillo a esas imponentes aberturas, dejándolas al color natural, resaltando la arquitectura de la época, mostrando la belleza de esas baldosas coloridas y sus techos altos”, señaló Bibiana.

La tarea fue delicada pues el objetivo fue no alterar el espíritu de la casa y acondicionarla para ser funcional a las áreas de gastronomía, de moda y de arte, los tres pilares del estilo de vida italiano

El acceso o foyer de la casa fue el punto de partida para introducir al visitante a la experiencia del verano itálico.

“La decoración está basada en los colores azul y blanco de Peroni; elementos marinos, como remos, redes, pescados, al igual que las texturas italianas, azulejos típicos, el aljibe, los limones, los naranjos y las santa ritas. Creamos un lugar acogedor para que uno sienta la frescura del verano”.

El paisajismo estuvo a cargo de la arquitecta Sofía Benza, quien realizó la composición del patio de Casa Di Peroni.

Benza comentó que con la selección de plantas se logró un jardín de sensaciones, donde la vegetación es admirada tanto por sus texturas y colores como por sus aromas, como el romero. Asimismo, la iluminación fue un punto importante para dar énfasis al conjunto.

En cuanto a la decoración y los detalles, la arquitecta Bibiana dejó a cargo de Finestra, el estudio de diseño dirigido por Lucía Finestra y Verónica del Puerto.