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Un padre dedicado y una historia de superación

En redes sociales conmovió la historia de Benicio Díaz y su padre. El hombre es un abogado no vidente, quien logró salir adelante a pesar de su discapacidad y gracias al apoyo de su familia.

Benicio Díaz (derecha) y su padre (centro). Foto: Impacto Caaguazú.

El abogado Benicio Díaz atendió el teléfono para la entrevista y se excusó, afirmando que estaba por tomar mate con sus padres. La historia del hombre de leyes se hizo viral en redes, ya que su padre lo sigue acompañando en sus diligencias.

Más tarde, con sencillez, habló con RDN y contó que cuando apenas tenía 22 años sufrió un accidente que le causó la pérdida del brazo izquierdo y más tarde le costó la ceguera permanente.

En 1992 se encontraba en el cuarto año en la Academia Militar cuando tuvo un accidente durante una práctica en Paraguarí. El joven estudiante perdió el brazo izquierdo y la visión.

Tras una larga internación logró sobrevivir a las lesiones y luego de unos años de rehabilitación comenzó a estudiar nuevamente para alfabetizarse en Braille y aprender orientación y movilidad.

A finales del año 1995 fue hasta la Escuela Santa Lucía, “siempre con mi papá”, recordó. “Mi papá era el que me llevaba, nos movilizábamos en colectivo todos los días”, destacó sobre la labor de Leopoldo Díaz, su padre.

Siguió explicando que fue hasta la Facultad de Derecho para estudiar y realizó el curso probatorio. Cursó la carrera y nuevamente su padre fue protagonista, ya que le leía los libros durante sus estudios. “De día grabábamos y escuchaba de noche”, rememoró.

Hoy en día, tras varios años, Díaz es abogado y trabaja en el ámbito civil desde su graduación. A causa de su discapacidad visual incluso es ayudado de cerca por su padre, quien, a pesar de su avanzada edad, sigue acompañando a su hijo.

Mi papá está siempre pendiente de mí, trabajamos juntos, él tiene 80 años”, destacó sobre la conjunción de padre e hijo para salir adelante. Ambos viven en la localidad de Isla Pucú, en el departamento de la Cordillera, y hoy en día Díaz trabaja en su hogar, siempre apoyado por su familia.

En todo momento destacó la ayuda que recibió por parte de su familia, no solo de su padre, para poder progresar y tener un sustento.

Lo que yo logré no podía haber logrado sin ese entorno, sin esa familia, que te dé apoyo que te dé contención, que te dé la compañía necesaria y gracias a eso yo pude lograr lo que logré y no solo sino con todos los que me brindaron su ayuda”, reflexionó finalmente.