La afectada, María Laura Cabrera, mencionó durante la semana pasada, funcionarios de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) llegaron hasta su local y le realizaron preguntas y solicitaron documentaciones, las cuales entregó sin inconvenientes.
Sin embargo, al día siguiente un familiar de la mujer la llamó e informó que su nombre había sido mencionado por la prensa, como una proveedora que había facturado millones. “Yo ahora recién estoy magnificando en qué lío me metieron, yo lo único que quiero es que se limpie mi nombre, que se investigue, que se llegue hasta el final y que caigan los verdaderos culpables”, expresó la María Laura Cabrera en contacto con C9N. En su caso, se presume que sus facturas fueron falsificadas.
Cabrera aseguró “soy una víctima” y señaló que ahora volvió a reabrir su local luego de la pandemia, ya que sus productos dejaron de venderse a la par que los decoradores dejaron de trabajar porque no hubo eventos. “Me puse a hacer pizarras y otras cosas para sobrevivir”, alegó.
Añadió que fue un año particularmente difícil, más aún porque su hermana enfermó de Covid-19 y llegó a ser intubada, por lo que sus amigos le hicieron actividades incluso para recaudar fondos. “Imagínense y me duele en el alma, que yo hice una pollada, supuestamente facturando esos montos, con cuatro empresas, que en mi vida oí de esas empresas”, indicó.
“Estoy psicológicamente acabada”, afirmó la emprendedora, quien reiteró que sigue “anonadada”, por tal hecho, el cual no se explica cómo se vio involucrada.
Los representantes de la SET informaron que a través de su operación denominada “Facturación 2.0”, descubrieron a supuestos varios superproveedores de 17 municipalidades y una gobernación.
Asimismo, se hallaron facturas falsas y clonadas con montos millonarios, las cuales siguen siendo investigadas.
