Empresariales

Fabricante de envases de aluminio consigue certificación sobre sostenibilidad

Ball Corporation recibió una certificación en el manejo responsable del aluminio. La firma operan en Paraguay en su complejo fabril de Guarambaré.

Producción de Ball a nivel local. Foto: Gentileza.

Ball anunció la conquista de la certificación de Aluminium Stewardship Initiative (ASI, o Iniciativa para la Gestión Responsable del Aluminio, en traducción libre), en ambos Estándares de Desempeño y Cadena de Custodia, para sus 15 plantas de Envases para Bebidas en América del Sur (BPSA) y Oficina Regional.

La empresa es una de las pioneras globales en el sector de latas de aluminio en recibir los certificados y, con la conquista, se convierte en la primera del sector en las Américas en obtener ambas certificaciones. Los reconocimientos consagran, en la práctica, el discurso sostenible de la empresa, que involucra los principios ambientales, sociales y de gobernanza de ASI, además de estándares de producción y seguimiento a lo largo de toda la cadena del aluminio.

“Conquistar la Certificación ASI en nuestras plantas de América del Sur es motivo de celebración para nosotros. Los certificados recibidos por Ball muestran que estamos en el camino correcto. Ya era un orgullo hacer parte de la cadena de valor del aluminio, promoviendo reciclaje, educación y producción responsable, y ahora podemos hacer esto garantizando a los stakeholders que todos nuestros procesos ocurren de manera responsable y sostenible, alineado con los principios ESG”, destacó Carlos Pires, Presidente de Ball Corporation para América del Sur.

ASI es una iniciativa global, sin ánimo de lucro, que define estándares que aseguran el desempeño sostenible con base en principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y provee garantía de producción responsable a lo largo de toda la cadena de valor del aluminio.

La obtención de la Certificación ASI es un importante paso en dirección al cumplimiento de las metas globales establecidas este año por Ball. El principal progreso involucra la garantía de compra de metal a través de fuentes sostenibles para la producción de latas en las unidades fabriles, meta para 2030 ya asegurada en las unidades de América del Sur, además de las 23 plantas de Ball en Europa, Oriente Medio y África – las primeras del mundo con la certificación, que ocurrió en 2020.