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Carpintero de Puerto Antequera: Del exilio a exquisita artesanía

Tomás Jara, un humilde carpintero de Puerto Antequera, es un maestro de la madera. Su taller, “El Viejo Roble”, es ahora un testimonio de habilidad y herencia, donde cada tallado narra una historia de resistencia, retorno y reconocimiento.

Tomás Jara. Foto: ABC.

La historia de Tomás Jara no es solo sobre madera y martillos, es una narrativa tejida con hilos de resistencia, desplazamiento y retorno.

Originarios de Puerto Antequera, la familia Jara se vio forzada a dejar su tierra natal, debido a persecuciones políticas, una realidad que muchos en Paraguay conocieron en tiempos de agitación política.

De la persecución al exilio: La resiliencia de un artesano

La vida de Tomás dio un giro cuando su padre, un carpintero liberal, enfrentó la persecución política.

Este episodio los llevó a un exilio improvisado hacia Clorinda, Argentina, donde el patriarca continuó su oficio y cimentó en sus hijos el amor por la carpintería.

Regreso a las raíces: La creación de “El Viejo Roble”

El año 2001 marcó el retorno de Jara a Puerto Antequera, una vuelta a las raíces que culminó con la apertura de su taller “El Viejo Roble”.

Hoy, junto a su familia, Tomás transforma simples trozos de madera en obras de arte que resaltan en hogares y competencias locales.

La artesanía que captura una comunidad

La habilidad de Jara fue puesta en el centro de atención cuando le encargaron crear 68 trofeos para una competencia de pesca local.

Con la ayuda de su hijo Iván, lograron materializar en madera la esencia de Puerto Antequera, consolidando aún más la relación entre la comunidad y su artesano.

Un futuro tallado: Desafíos y esperanzas

A pesar del reconocimiento local, Jara señaló la falta de apoyo financiero y de herramientas para los trabajadores del sector. Sin embargo, su optimismo y pasión siguen siendo la esencia que impulsa la creatividad en “El Viejo Roble”, prometiendo más capítulos en esta saga de tradición y tallados.

Fuente: ABC.