En un hecho sin precedentes en el conflicto entre Ucrania y Rusia, las fuerzas ucranianas atacaron dos bases aéreas rusas detrás de las líneas enemigas el martes, utilizando por primera vez los misiles de largo alcance ATACMS, fabricados en los Estados Unidos.
Estos misiles fueron enviados recientemente a Ucrania por la administración de Joe Biden, superando sus reticencias iniciales sobre la entrega de armas de este calibre.
La decisión representa un cambio significativo en la estrategia de la Casa Blanca, preocupada por la posibilidad de que la entrega de estas armas pudiera escalar el conflicto con Rusia.
El ataque a las bases aéreas rusas en territorio ocupado fue confirmado por un funcionario estadounidense familiarizado con la operación. Según las fuerzas de operaciones especiales de Ucrania, el ataque resultó en daños a las pistas de aterrizaje y la destrucción de nueve helicópteros, un depósito de municiones, un lanzador de misiles antiaéreos y equipo militar. Aunque estas afirmaciones no se han verificado de forma independiente.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, confirmó el uso de los misiles ATACMS. “Hoy estoy especialmente agradecido con Estados Unidos”, dijo. “Nuestros acuerdos con el presidente Biden se están implementando. Y se están implementando con mucha precisión: ATACMS ha demostrado su eficacia”.
Kiev, 17 oct (EFE).- El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, confirmó hoy por primera vez que el Ejército ucraniano ha utilizado misiles estadounidenses de larga distancia ATACMS en el campo de batalla.
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— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) October 17, 2023
A pesar de este avance, no está claro cuánto impacto tendrán estos misiles en el campo de batalla. Otras armas proporcionadas por Occidente, incluyendo tanques, han proporcionado solo una ventaja marginal en una guerra que se ha estancado durante meses.
Los misiles ATACMS son una munición de racimo que dispensa 950 pequeñas bombetas capaces de causar daños en un área amplia. Estas armas están prohibidas por un acuerdo internacional que Estados Unidos no ha firmado.
La entrega de las armas se realizó en secreto, por temor a que pudieran ser atacadas por Rusia en su tránsito al país. Además, Ucrania quería sorprender a los rusos. Se estima que Estados Unidos ha enviado unos 20 de estos misiles a Ucrania.
Los sistemas de misiles ATACMS que Estados Unidos recientemente entregó a Ucrania pueden alcanzar objetivos a una distancia de hasta 100 millas. No obstante, los misiles SCALP franceses y los Storm Shadows británicos, que se han utilizado para atacar objetivos rusos, incluso en Crimea, siguen siendo las armas de mayor alcance disponibles para Ucrania.
Andriy Zagorodnyuk, exministro de Defensa de Ucrania, ha destacado la importancia del despliegue del ATACMS durante este momento crítico de la contraofensiva de Ucrania.
“Esto nos permitirá atacar importantes puestos logísticos y de mando en todas las profundidades operativas del frente actual”, afirmó Zagorodnyuk. Alemania, con sus sistemas de misiles Taurus, podría verse presionada para seguir el ejemplo de Estados Unidos y proporcionar más armas a Ucrania.
Los misiles ATACMS, diseñados hacia el final de la Guerra Fría para misiones de ataque profundo, fueron disparados desde el vehículo de lanzamiento M270 del Ejército, que puede llevar dos a la vez. En contraste, el vehículo HIMARS, más pequeño y entregado a Kiev por el Pentágono el año pasado, solo puede transportar un ATACMS a la vez.
En los ataques del martes, Ucrania utilizó los codiciados misiles en una operación denominada Dragonfly, que alcanzó una base aérea junto al Mar de Azov y otra en la región oriental de Luhansk. La destrucción de helicópteros rusos y otros activos de aviación táctica es vital, según Yurii Ihnat, portavoz del Comando de la Fuerza Aérea de Ucrania.
La superioridad aérea rusa ha presentado un desafío difícil para las fuerzas ucranianas durante meses. Los ataques desde el aire han complicado los esfuerzos de Kiev por concentrar un número significativo de fuerzas a lo largo de cualquier línea de ataque y han desempeñado un papel clave en la ralentización de sus operaciones ofensivas.
Los ataques contra las bases aéreas fueron ampliamente reportados por blogueros militares rusos afiliados al Kremlin, quienes los describieron como un revés significativo para el ejército ruso.
Fuente: New York Times
