Amazonía avanza a la destrucción total, según estudio. Foto: El País.
La frontera crítica hacia la destrucción irremediable de la amazonia podría aproximarse, con secuelas catastróficas tanto para sus pobladores como para el clima global.
En 2050, cerca de la mitad de la selva amazónica podría derrumbarse sin alternativa de restauración. El detonante va más allá de la deforestación: el recalentamiento mundial, las sequías extremas y los incendios generaron un estrés inédito en el mayor bosque tropical del orbe.
La alerta aparece en la portada de la reputada publicación Nature y emana de una investigación liderada por expertos brasileños. El estudio, difundido este miércoles, pronostica que en los venideros 25 años, entre el 10% y el 47% de la Amazonía padecerá un deterioro tal que el bosque alcanzaría el llamado punto de no retorno: el momento donde pierde la capacidad de recobrarse por completo.
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La Amazonía dejaría de ser lo que es hoy para convertirse en otro tipo de ecosistema. Incluso si solo el 10% del bosque existente se viera afectado, sumado al 15% ya perdido previamente, se superaría el umbral del 20% que los estudios de Carlos Nobre estimaron como límite para evitar el desastre.
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Los impactos exceden la extinción de biodiversidad: unos 25 millones de personas en la cuenca amazónica verían peligrar sus medios de vida ante la pérdida del bosque.
Todo depende del agua. Si la Amazonía pierde vegetación, se generan menos lluvias, aumentando la sequía, el estrés y la deforestación. De esa interrelación entre bosque y precipitaciones depende su salud.
El trabajo identificó las áreas con mayor riesgo de cruzar el punto de no retorno, ubicadas en Mato Grosso, Rondônia y Amazonas, donde el bosque lleva décadas debilitado al límite por la tala y quema.
Fuente: DW.
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