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Milei tensiona relaciones con Colombia y México por ofensas

Las provocaciones de Javier Milei, presidente de Argentina, han generado crisis diplomáticas con Colombia y México. El gobierno colombiano exige disculpas y anuncia la expulsión de diplomáticos argentinos tras ser llamado “asesino terrorista” por Milei. López Obrador acusa al mandatario argentino de “despreciar al pueblo”.

Gustavo Petro, Javier Milei y Andrés Manuel López Obrador. GETTY IMAGES

Las provocaciones del presidente argentino, Javier Milei, han dinamitado las relaciones diplomáticas con importantes países latinoamericanos. Tras las tensiones generadas por sus ataques contra los presidentes de Brasil y Venezuela, la última relación bilateral afectada ha sido la colombiana. El gobierno de Colombia exige una disculpa por parte de Milei, quien llamó “asesino terrorista” al presidente Gustavo Petro, y ha anunciado la expulsión de diplomáticos argentinos del país.

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El vínculo con México también se ha visto afectado, después de que Andrés Manuel López Obrador acusara a Milei de “despreciar al pueblo” en respuesta a ser llamado “ignorante” por el líder argentino. Estas ofensas rompen 200 años de relaciones pacíficas y amistosas entre Argentina y Colombia, según critica el excanciller argentino Santiago Cafiero, quien también acusa a Milei de poner en crisis el comercio bilateral por su “política exterior infantil”.

Desde Colombia, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, denuncia la «actitud chabacana» de Milei y asegura que “le debe una explicación a su propio pueblo”.

La canciller argentina, Diana Mondino, intenta relativizar la tensión, afirmando que las relaciones bilaterales con Colombia y México van más allá de los choques entre los presidentes. Sin embargo, Milei parece no mostrar preocupación por la situación y se dedica a tuitear notas antiguas sobre comparaciones entre él y Hitler realizadas por Petro.

La acusación de Milei es particularmente fuerte en Colombia, ya que toca el sensible tema del conflicto armado y la búsqueda de la paz. Petro fue miembro de la guerrilla del M-19, un grupo que firmó un acuerdo de paz hace más de 30 años y fue fundamental en la redacción de la Constitución de 1991. A pesar de la baja popularidad de Petro en su país, la decisión de expulsar a los diplomáticos argentinos ha suscitado un apoyo general entre los líderes políticos colombianos.

En cuanto a México, López Obrador respondió a través de las redes sociales, expresando su incomprensión sobre cómo los argentinos votaron por alguien que “no está exacto, que desprecia al pueblo” y que acusó al Papa Francisco de ser “comunista” y “representante del Maligno en la tierra”. AMLO, conocido por no meterse en asuntos exteriores, había expresado su descontento con la victoria de Milei, calificándolo de “facho conservador” y criticando su modelo económico como “fracasado”.

La candidata presidencial del partido de López Obrador, Claudia Sheinbaum, también respondió a los ataques de Milei, destacando las diferencias entre sus proyectos de país. Mientras Milei reivindica el libre mercado y la inversión privada, el partido de AMLO también defiende el papel del Estado en términos de bienestar social.

Las conflictivas relaciones de Milei con los mandatarios latinoamericanos contrastan con sus elogios hacia Estados Unidos e Israel, a quienes presenta como sus principales aliados en política exterior. Este giro radical en las relaciones internacionales de Argentina se aleja de la postura mantenida en los últimos años, que buscaba un equilibrio entre Washington y Pekín y daba gran importancia a los vínculos regionales.

Las provocaciones de Milei, que le dieron popularidad durante la campaña electoral, ahora se convierten en crisis diplomáticas que ponen en jaque las relaciones de Argentina con importantes socios latinoamericanos. La tensión generada con Colombia y México evidencia los desafíos que enfrenta el gobierno argentino en materia de política exterior y la necesidad de buscar un equilibrio entre el estilo confrontativo del presidente y la preservación de los vínculos regionales.

Fuente: El País