Paraguayos temían dictadura ante crisis por reelección de Cartes

En un día como hoy, hace siete años, el mundo exponía las falsas promesas del entonces presidente paraguayo Horacio Cartes, quien por un lado negaba querer la reelección y por otro la financiaba.

La región esperaba un “golpe” y la sociedad seguía reaccionando a la primera “sesión mau” del Senado con escraches a senadores y movilizaciones en todo el país, mientras la Iglesia repudiaba los intentos de revivir una dictadura.

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El 30 de marzo de 2017, la sociedad paraguaya, el empresariado y la Iglesia Católica continuaban repudiando la sesión secreta realizada dos días antes por 25 senadores en las oficinas del Frente Guasu en el Poder Legislativo, violando la Constitución Nacional para modificar el reglamento interno de la Cámara con el fin de aprobar la reelección presidencial por la vía de la enmienda. Se temía un nuevo “Marzo Paraguayo” como el de 1999, con enfrentamientos sociales y la posibilidad de una nueva dictadura.

Miles de manifestantes y políticos opositores marcharon esa noche desde la Plaza Uruguaya hasta el Congreso, calificando lo ocurrido como un “golpe parlamentario” impulsado por una alianza entre Horacio Cartes, Fernando Lugo y Blas Llano.

El joven Fabrizio Gómez, hijo del exsenador liberal pro enmienda Ramón Gómez Verlangieri, se robó el protagonismo repudiando a su propio padre.

Desde la Iglesia, todas las instituciones salesianas rechazaron el “quiebre del orden institucional” en el país. Las autoridades de la Justicia Electoral y la Cámara de Diputados buscaban dilatar el desbloqueo de listas sábana, mientras curiosamente ese mismo día se iniciaba la asamblea del BID en Paraguay.

La mañana del 30 de marzo fracasó el plan de los cartistas y sus aliados luguistas, liberales y oviedistas, de finiquitar el asunto con una nueva sesión y destituir de la presidencia del Senado a Roberto Acevedo (PLRA), quien posteriormente fallecería. No se presentaron a la sede del Poder Legislativo, copado por los medios de prensa, pero lo harían al día siguiente nuevamente a escondidas, dando inicio al 31M.

A nivel internacional, la cadena CNN en Español recordaba cómo Cartes les había mentido al inicio de su mandato negando cualquier intención de ser reelecto. Se temía un escenario similar al que se vivía entonces en Venezuela con Nicolás Maduro.

Portales digitales y periódicos del mundo revelaban que Cartes había prometido no llevar al país a esa crisis y destacaban el “pacto entre Horacio Cartes y Fernando Lugo” para atentar contra la democracia. El entonces canciller Eladio Loizaga minimizaba la situación y pedía a los embajadores “lavar” la imagen del país.

La Fiscalía, a cargo de Javier Díaz Verón, quien con el regreso del cartismo al poder fue absuelto en diciembre de 2023 en su juicio por enriquecimiento ilícito, designó al agente Francisco Torres para investigar la sesión secreta. Torres sería blanqueado en 2022 por los aprietes del fallecido exsenador Óscar González Daher (ANR; HC).

Esta fue la previa a lo que ocurriría el día siguiente, el 31 de marzo, cuando los 25 senadores que violaron la Constitución volvieron a reunirse a escondidas en el Congreso y aprobaron el llamado a enmienda. Los manifestantes quemarían parte del Senado y el Gobierno ordenaría asaltar la sede del PLRA.

Fuente: ABC Color

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