Jimmy Carter, el expresidente número 39 de los Estados Unidos, falleció este domingo a los 100 años en su hogar en Plains, Georgia. Carter, reconocido tanto por su mandato presidencial entre 1977 y 1981 como por su labor humanitaria posterior, deja un legado marcado por la defensa de los derechos humanos, la diplomacia internacional y su incansable lucha por la paz.
Durante su presidencia, Carter impulsó acuerdos históricos como los tratados de Camp David entre Israel y Egipto, que le valieron el Premio Nobel de la Paz en 2002. Además, lideró negociaciones significativas con la Unión Soviética para la reducción de armas nucleares y estableció relaciones diplomáticas con China, marcando un cambio importante en la política exterior estadounidense.
Rest in peace, President Jimmy Carter. pic.twitter.com/UlxYYylYKP
— The Democrats (@TheDemocrats) December 29, 2024
Más allá de su administración, Carter será recordado por su vida austera y comprometida. Al finalizar su mandato, optó por retirarse a su natal Plains, donde vivió en una modesta casa junto a su esposa Rosalynn, fallecida en 2021. Carter dedicó gran parte de su tiempo a causas humanitarias, incluyendo su trabajo con Habitat for Humanity, y promovió valores éticos en la política.
Sin embargo, su presidencia enfrentó desafíos importantes, como la crisis energética de 1979 y la toma de rehenes en la embajada estadounidense en Teherán. Estas dificultades impactaron su popularidad y contribuyeron a su derrota en las elecciones de 1980 frente a Ronald Reagan.
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El legado de Carter trasciende su tiempo en la Casa Blanca. Fue un pionero en el cuidado del medio ambiente, instalando paneles solares en la residencia presidencial, y promovió la igualdad racial desde su inicio en la política como gobernador de Georgia.
En 2015 anunció en una conferencia que un cáncer de hígado había hecho metástasis en el cerebro y que su vida estaba en las manos de Dios.
Fuente: Clarín







