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EE.UU. se distancia de Europa al votar contra resolución sobre Ucrania

La nueva política exterior de EE.UU. quedó evidenciada en la ONU al oponerse a la resolución ucraniana y presentar su propia iniciativa de paz sin mencionar la invasión.

La Viceministra de Asuntos Exteriores de Ucrania, Mariana Betsa, interviene durante la Undécima Sesión Especial de Emergencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas (REUTERS/Shannon Stapleton)

La Asamblea General de las Naciones Unidas fue escenario de un sorprendente giro diplomático cuando Estados Unidos votó en contra de la resolución que exigía la retirada inmediata de las tropas rusas de Ucrania, marcando una clara ruptura con la postura tradicional occidental. El texto, impulsado por Ucrania y sus aliados europeos, obtuvo 93 votos a favor y 18 en contra, entre ellos el estadounidense, evidenciando un cambio sustancial en la política exterior de Washington bajo la administración Trump, que se alinea ahora en oposición con Rusia en esta votación específica, aunque por motivos diferentes.

En lugar de apoyar la iniciativa europea, Estados Unidos presentó su propio proyecto de resolución, inicialmente enfocado en pedir el fin rápido del conflicto sin hacer referencia explícita a la integridad territorial ucraniana o a la invasión rusa. Esta propuesta alternativa generó inmediata controversia entre los aliados occidentales, que insistieron en introducir enmiendas para incluir referencias a la integridad territorial y a una paz justa. Aunque estas modificaciones fueron aprobadas y el texto final obtuvo 93 votos a favor y ocho en contra, Estados Unidos optó por abstenerse en la votación de su propia resolución modificada, subrayando su determinación de mantener una postura diferenciada de la europea.

La embajadora en funciones de Estados Unidos, Dorothy Shea, defendió la iniciativa estadounidense calificándola como una declaración sencilla e histórica enfocada en mirar hacia el futuro y no al pasado. Esto es lo que necesitamos ahora, y pedimos a todos los Estados miembros, incluidos Ucrania y Rusia, que se unan a nosotros en este esfuerzo, declaró ante la Asamblea General. Más significativo aún, Shea anunció formalmente que Washington no respaldaría la resolución ucraniana, copatrocinada por la Unión Europea y más de treinta países, y pidió explícitamente su retirada en favor de una declaración enérgica que nos comprometa a terminar la guerra, marcando una clara distancia con la estrategia diplomática de sus aliados europeos.

El resultado de la votación a la resolución de Ucrania (Captura de pantalla)

La postura estadounidense se endureció aún más cuando un funcionario del Departamento de Estado confirmó a la AFP, bajo condición de anonimato, que Washington vetará cualquier enmienda a su propuesta cuando sea presentada en el Consejo de Seguridad, incluso aquellas propuestas por sus aliados europeos. Vamos a vetar una enmienda rusa si llega al Consejo de Seguridad, y vetaremos las enmiendas de los europeos si llegan al Consejo de Seguridad, afirmó categóricamente. La justificación ofrecida fue mantener la resolución libre de ruido, simple y centrada en lo básico de lo que el presidente quiere que hagamos, que es utilizar las Naciones Unidas para encontrar un camino hacia la paz, evidenciando una estrategia unilateral que prescinde del consenso tradicional con los aliados europeos.

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Esta decisión representa un cambio radical respecto a la política mantenida por la administración Biden, que fue firme defensora de la integridad territorial de Ucrania y buscó sistemáticamente aislar a Rusia en foros internacionales. La nueva orientación de la Casa Blanca, dirigida a normalizar las relaciones con Moscú, ha generado profundas tensiones con los aliados europeos, quienes han mantenido un firme apoyo a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. El acercamiento de Trump a Vladimir Putin, incluyendo controvertidas afirmaciones de que Ucrania inició la guerra, contrasta fuertemente con la posición europea y ucraniana sobre el conflicto, como quedó en evidencia durante la reciente cumbre en Kiev para conmemorar el tercer aniversario del conflicto, donde la ausencia de representación estadounidense fue notoria.

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Mientras Rusia mantiene su postura de que solo detendrá la invasión si se alcanza un acuerdo que le convenga, con demandas que incluyen la reducción de la presencia militar de la OTAN en Europa y concesiones territoriales por parte de Ucrania, el presidente Zelensky reiteró su llamado a una paz real y duradera basada en la fuerza y la unidad. Tenemos que ganar la paz a través de la fuerza, la sabiduría y la unidad, declaró el mandatario ucraniano, advirtiendo que Rusia no ganará. Sin embargo, la nueva posición estadounidense complica significativamente la estrategia ucraniana, que dependía en gran medida del apoyo occidental unificado. Ante esta situación, Europa enfrenta el desafío de llenar el vacío dejado por Washington, con Bruselas anunciando una nueva ronda de sanciones contra Rusia mientras intenta mantener la cohesión del bloque occidental en un momento crítico para el futuro de la seguridad europea.

Fuente: Infobae