La incertidumbre rodea el futuro de la cooperación entre la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA). El ministro de la Senad, Jalil Rachid, admitió que no tiene claridad sobre el destino del acuerdo, esencial en la lucha contra el narcotráfico en Paraguay.
Desde hace años, la colaboración entre ambas instituciones ha permitido la desarticulación de redes criminales y la incautación de grandes cargamentos de drogas. Sin embargo, tras el cambio de gobierno en Estados Unidos y decisiones recientes, la continuidad de esta alianza está en duda.
Rachid aseguró que la Senad seguirá operando con los recursos disponibles, pero reconoció que la falta de cooperación podría debilitar las acciones contra el crimen organizado. “Vamos a seguir trabajando y sacando resultados, pero no tenemos idea de lo que pasará con la DEA”, expresó el ministro.
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La DEA aportaba tecnología, inteligencia y recursos logísticos que complementaban las capacidades locales. Su ausencia podría afectar no solo a Paraguay, sino también a países vecinos como Brasil, que colaboran en operaciones conjuntas para frenar el tráfico transnacional.
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Ante esta situación, varios sectores políticos instaron al gobierno a buscar alternativas para fortalecer la lucha antidrogas. Se espera que en los próximos días la Senad brinde detalles sobre las nuevas estrategias que adoptará para mantener la efectividad de sus operaciones sin el respaldo directo de la DEA.
La suspensión de la cooperación marca un punto de inflexión en la política antidrogas de Paraguay y deja abiertas numerosas incógnitas sobre la capacidad del país para enfrentar el narcotráfico sin el apoyo internacional que, durante años, resultó determinante en los operativos más exitosos.
Fuente: LPO
