La ministra de Salud, María Teresa Barán, compareció ante la Comisión de Salud del Congreso para rendir cuentas sobre la crisis en el Hospital de Villarrica, donde la falta de terapia intensiva neonatal derivó en la muerte de un bebé. Durante su intervención, descartó su renuncia y aseguró que el presidente Santiago Peña solo le pidió redoblar esfuerzos en su gestión.
Barán reconoció los problemas estructurales del sistema de salud, pero sostuvo que no pueden resolverse en solo un año y medio de administración. Aseguró que su equipo está trabajando para mejorar la situación y que los equipos médicos estaban disponibles en el hospital al momento de la inauguración de la terapia neonatal.
En relación con el cierre del servicio, la ministra apuntó directamente contra el exdirector del hospital, Cristian Matto, afirmando que inhabilitó la terapia intensiva de forma unilateral el 24 de febrero, apenas cuatro días después de su inauguración. Anunció que se inició una auditoría médica para esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades.
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Según Barán, el hospital contaba con respiradores, cunas y personal especializado, por lo que el director debía haber informado y coordinado un plan de contingencia en caso de que el servicio no estuviera completamente operativo.
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Por su parte, el presidente del Congreso, Basilio “Bachi” Núñez, expresó su respaldo a la ministra y señaló que goza de la confianza del cartismo. Además, afirmó que la decisión sobre su continuidad es exclusiva del presidente Peña y no se discutió en la última reunión del movimiento.
A pesar de las críticas y del reclamo de sectores médicos y ciudadanos, la ministra ratificó su permanencia en el cargo, argumentando que su equipo está comprometido en la mejora del sistema de salud pública en Paraguay.
Fuente: ABC Color







