El agotamiento del excedente pone en riesgo el desarrollo
El economista jefe de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Julio Fernández, advirtió que Paraguay se encamina a una crisis energética si no realiza inversiones inmediatas en nuevas fuentes de generación eléctrica. Según sus estimaciones, el país agotará su excedente energético hacia 2030, cuando la demanda supere por completo a la oferta actual, provocando apagones y limitaciones al crecimiento económico.
En comparación con países de la región, Paraguay se ha rezagado notablemente en inversión. Mientras Brasil aumentó su capacidad en un 340 % desde la década del 90 y Argentina y Uruguay en más del 200 %, Paraguay no ha expandido significativamente su infraestructura energética en los últimos 30 a 40 años. La demanda, en cambio, sigue creciendo a ritmos elevados, con un aumento del 18 % solo en el último año.
Impacto en la economía y el desarrollo industrial
El escenario proyectado por la UIP advierte que, sin una solución a corto plazo, las consecuencias se reflejarán directamente en la economía nacional. El crecimiento económico potencial, que podría situarse en torno al 5 % con una oferta energética adecuada, descendería al 1,8 % si la demanda no puede ser satisfecha. Además, nuevas industrias no podrán instalarse y las existentes verán limitada su capacidad de expansión.
El problema central radica en el tiempo que demanda construir nuevas fuentes de generación. Una hidroeléctrica, por ejemplo, puede tardar hasta una década en entrar en funcionamiento. Aunque existen avances como la planta solar en construcción en el Chaco, su capacidad representa apenas el 5 % de una turbina de Itaipú, sin baterías.
Opciones para mitigar la crisis energética
Una de las alternativas analizadas es la instalación de pequeñas centrales hidroeléctricas en el río Paraguay, con 22 ubicaciones identificadas que podrían aprovecharse. Este proyecto requeriría una inversión de aproximadamente 1.400 millones de dólares y podría complementar la oferta energética nacional, pero aún no ha sido puesto en marcha.
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El economista señaló que estas obras debieron comenzar al menos tres gobiernos atrás. La postergación de decisiones estratégicas en materia energética ha llevado al país a depender exclusivamente de su actual excedente. Si no se actúa antes del 2026, el margen de tiempo para revertir el colapso proyectado se reduciría considerablemente.
Desde la UIP instan a que el Estado asuma con urgencia la planificación y ejecución de políticas energéticas sostenibles, que garanticen la disponibilidad de energía para el desarrollo industrial, la seguridad del sistema y la estabilidad económica del país en los próximos años.
Fuente: ABC Color







