La ilusión de Cerro Porteño en la Copa Libertadores volvió a apagarse, esta vez con una dura derrota por 2-0 frente a Palmeiras en La Nueva Olla, resultado que deja al equipo de Barrio Obrero en una delicada posición en el Grupo G del torneo continental. El partido reveló una vez más las profundas falencias futbolísticas que atraviesa el conjunto dirigido por Diego Martínez, cuestionado por decisiones tácticas y una evidente falta de respuesta en momentos clave.
Durante el primer tiempo, Cerro Porteño mostró una imagen ordenada pero sin ideas claras en ataque. Apenas inquietó al arco brasileño con esporádicas llegadas, siendo la más destacada un cabezazo de Lucas Quintana tras un córner que salió cerca del poste defendido por Weverton. Esta falta de profundidad y precisión en los metros finales fue constante, reflejando la carencia de creación ofensiva que sufre el equipo azulgrana.
La tranquilidad defensiva de los locales se quebró a los 42 minutos debido a una grave desconcentración. Un error en la salida de Federico Carrizo derivó en una falta cometida por Wilder Viera sobre Evangelista. Mientras los jugadores paraguayos protestaban, Palmeiras ejecutó rápidamente el tiro libre, habilitando a Estevão, quien sacó un potente remate desde fuera del área que superó la resistencia del arquero Alexis Martín Arias, abriendo el marcador y golpeando psicológicamente al equipo paraguayo justo antes del descanso.
¡La pesadilla continúa en Cerro y en La Nueva Olla!
Luego de perder el superclásico, Cerro Porteño que mostró un nivel flojísimo, volvió a caer en su casa, esta vez ante Palmeiras y la continuidad de Diego Martínez pende de un hilo.
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La fragilidad defensiva de Cerro Porteño pudo costarle aún más caro antes del entretiempo, cuando Daniel Rivas perdió un balón frente a Vitor Roque, dejando al delantero brasileño mano a mano con Arias. Por fortuna para el equipo paraguayo, Roque falló en la definición, dando un respiro momentáneo y dejando abierta la posibilidad de reacción para el segundo tiempo.
Sin embargo, los cambios realizados por Diego Martínez en la segunda mitad resultaron más perjudiciales que beneficiosos. La inclusión de Rodrigo Araújo, notablemente superado por la intensidad del juego, y la inesperada sustitución de Carrizo, quien era el único jugador capaz de generar juego asociativo, terminaron por desarticular al mediocampo azulgrana. Las entradas de Cecilio Domínguez y Derliz Aguayo no tuvieron el impacto deseado, dejando al equipo sin respuestas ofensivas claras ante una defensa bien organizada del Palmeiras.
El cuadro paulista administró con comodidad el desarrollo del partido, aprovechando espacios para contraatacar con peligro. Precisamente en uno de estos contragolpes, Vitor Roque definió magistralmente tras superar en velocidad a Gustavo Velázquez y driblar al arquero Arias, sentenciando el 2-0 definitivo a los 72 minutos.
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Esta derrota deja a Cerro Porteño con solo cuatro puntos de doce posibles, complicando gravemente su clasificación a octavos de final. Ahora dependerá no solo de ganar sus próximos encuentros ante Bolívar y Sporting Cristal, sino también de otros resultados favorables para mantener vivas sus escasas chances.
El panorama es crítico para los azulgranas. La crisis futbolística que atraviesa el equipo se profundiza, generando incertidumbre y fuertes cuestionamientos sobre la gestión de Diego Martínez, quien no logra revertir un preocupante ciclo de decepciones que parece interminable para los aficionados del conjunto paraguayo.
Fuente: ABC Color
