Economía

Aumenta el precio del gas y preocupa a consumidores y comerciantes

El gas subió G. 500 por kilo y genera preocupación en hogares y comedores. Falta de provisión de Bolivia y dólar alto presionan el mercado.

Foto: Diego Peralbo.

Varias empresas fraccionadoras de gas licuado de petróleo (GLP) confirmaron un incremento en sus precios esta semana, lo que generó inquietud entre comerciantes, usuarios y familias que dependen de este insumo básico para cocinar o movilizarse.

El aumento registrado es de G. 500 por kilo en el gas doméstico y G. 250 por litro en el gas vehicular, según detallaron  representantes del sector. El ajuste se da en un contexto de menor provisión desde Bolivia, uno de los principales proveedores del mercado paraguayo.

¿Por qué subió el precio?

Uno de los emblemas que aplicó la suba fue Gas Total, cuyo representante, Ausberto Ortellado, explicó que la falta de suministro por parte de la estatal boliviana YPFB desde hace cuatro meses obligó a recurrir a importaciones desde Argentina. Estas compras se realizan a precios más altos, lo que impacta directamente en los consumidores locales.

“El proveedor argentino subió su premio de USD 50 a USD 150 por tonelada. Además, el dólar subió más del 5% desde la última actualización. Es imposible absorber todo eso sin trasladar al precio final”, señaló Ortellado.

Capagas pide cautela

El presidente de la Cámara Paraguaya del Gas (Capagas), Gustavo Lucero, afirmó que no todas las empresas ajustaron sus precios y que algunas aún “aguantan” el impacto. Confirmó que Bolivia dejó de proveer gas desde febrero debido a un aumento de consumo interno y que invocó cláusulas de fuerza mayor para suspender sus envíos, pese a contratos vigentes hasta 2025.

Por ahora, fraccionadoras como Copetrolgas y Sugas no modificaron sus tarifas, pero admiten que en los próximos meses podrían hacerlo si continúa la presión sobre los costos de importación.

Golpe al bolsillo en los mercados

El impacto se siente con fuerza en comedores populares, como los del Mercado Municipal Nº 1 de Asunción, donde cocineras como María Martínez optaron por usar cocinas de inducción para evitar subir el precio de sus platos. “Trato de mantener mis precios porque si subo, ya no entra más la gente”, comentó.

Por su parte, Ña Mari, de uno de los comedores tradicionales del lugar, criticó la falta de previsibilidad en los ajustes: “Uno se entera cuando ya subieron. La gente deja de comprar y trae su comida. Hay locales que ya cerraron”.

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Desde el sector señalan que los meses de invierno —junio, julio y agosto— podrían agravar la situación debido a la mayor demanda y menor disponibilidad de materia prima, lo que presiona aún más los precios.

Aunque no existe un reajuste generalizado, el temor es que más empresas comiencen a ajustar sus tarifas, lo que afectaría directamente a la canasta familiar y al bolsillo de miles de paraguayos.

Fuente: ABC Color