Nacionales

Aumento del gas impactará precios de platos en mercados populares

Vendedores de comida económica enfrentan un incremento de G. 10.000 en el precio de los balones de gas, lo que provocará un aumento de G. 1.000 a G. 2.000 por plato.

Los platos ofrecidos en mercados populares y copetines deberán sufrir un incremento en el costo ante el aumento del gas de cocina. Foto: Archivo ÚH.

Los vendedores de comida en mercados populares y copetines de Paraguay enfrentan un nuevo desafío económico tras el incremento en el precio del gas, que asciende a aproximadamente G. 500 por kilogramo. Este aumento, que contrasta con la reciente rebaja de G. 270 en los combustibles anunciada por Petropar, tendrá un impacto directo en los costos de los platos económicos que se ofrecen a diario a miles de paraguayos.

Comerciantes del sector gastronómico de los mercados populares han confirmado que el precio del balón de gas de 13 kilogramos ya aumentó considerablemente. Una cocinera entrevistada en un mercado de Asunción señaló que yo pagaba G. 110.000, y ya estoy pagando G. 120.000, hace un mes atrás. La trabajadora mencionó que su proveedor le comunicó sobre el incremento, aunque ella desconocía la noticia oficial por no haber seguido los anuncios recientes en medios de comunicación.

El traslado de este aumento a los precios finales de las comidas es inevitable, aunque los vendedores intentan minimizar el impacto. Según testimonios recogidos, los platos económicos podrían experimentar un incremento de entre G. 1.000 y G. 2.000. Sin embargo, existe preocupación por parte de los comerciantes sobre cómo este ajuste afectará la demanda. No se puede subir tampoco mucho porque el sueldo ko no sube, entonces ko la gente no va a comer nomás, expresó una vendedora, manifestando el dilema que enfrentan al tener que equilibrar sus costos operativos con los limitados presupuestos de sus clientes.

Aumenta el precio del gas y preocupa a consumidores y comerciantes

La dependencia del gas como fuente de energía para la preparación de alimentos es otro factor que complica la situación. A pesar de que algunos comerciantes cuentan con alternativas como fritadoras eléctricas o cocinas de inducción, estas no resultan prácticas para la dinámica de los mercados populares. Una cocinera explicó que no se puede usar todo eso y que necesitan de la potencia del fuego que proporciona el gas, concluyendo que tenemos que usar gas, no nos queda de otra.

El contexto económico actual agrava la situación, ya que muchos de estos negocios habían realizado ajustes de precios recientemente debido al incremento en el costo de insumos básicos. Hace un tiempo atrás ya se dio un incremento en el precio del puretón y la milanesa, y volver a alzar ahora va a ser un golpe muy fuerte también para nuestros consumidores, manifestó otra comerciante. Esta cadena de aumentos sucesivos está poniendo presión adicional tanto en vendedores como en consumidores de estos servicios gastronómicos económicos.

Unite a nuestro canal de WhatsApp

Como estrategia para enfrentar esta situación, muchos comerciantes están optando por absorber parte del impacto económico para no perder clientes. Según explican, están tratando de sobrevivir con lo que venden, implementando medidas como achicando algunos platos para evitar aumentar drásticamente los precios. Esta práctica, aunque mantiene la fidelidad de los clientes a corto plazo, podría resultar insostenible si continúan los incrementos en los costos de insumos y energía.

El aumento en el precio del gas y su consecuente impacto en la gastronomía popular refleja un problema más amplio en la economía paraguaya, donde los ingresos de la población no crecen al mismo ritmo que el costo de vida. La situación pone en evidencia la vulnerabilidad de los pequeños comerciantes y de los consumidores de menores recursos, quienes dependen de estas opciones gastronómicas accesibles para su alimentación diaria. Mientras tanto, tanto comerciantes como clientes esperan que la situación se estabilice para poder mantener este servicio fundamental para la economía cotidiana de miles de paraguayos.

Fuente: Última Hora