El senador estadounidense Marco Rubio planteó una alternativa innovadora para el uso de la energía hidroeléctrica paraguaya: instalar centros de procesamiento de inteligencia artificial (IA) en vez de seguir vendiendo electricidad al Brasil. Lo dijo este martes durante una audiencia en el Senado norteamericano, en el marco de una discusión sobre política exterior y la creciente demanda energética que genera el avance tecnológico.
Durante su intervención, Rubio afirmó que “el frente energético estará a la vanguardia de la política exterior (de EE.UU.) durante los próximos cien años”, señalando que la inteligencia artificial está transformando por completo el consumo global de energía. Según explicó, el desarrollo de esta tecnología ya está generando una presión sin precedentes sobre la producción energética.
“El desarrollo por sí solo va a ejercer presión sobre la cantidad de energía necesaria para producir IA e innovaciones impulsadas por ella”, dijo. Y advirtió que “no se produce suficiente energía global para satisfacerla”.
En este escenario, Rubio considera que países con capacidad para generar grandes volúmenes de electricidad, como Paraguay, tienen una oportunidad estratégica para ganar protagonismo en la era digital. “Esto brindará dos cosas: oportunidades estratégicas para las naciones que puedan suministrar energía rentable y en un volumen suficiente. Será una enorme oportunidad para que estos países sean líderes en el ámbito de la IA”, subrayó.
Al citar ejemplos concretos, se refirió directamente al caso paraguayo. “Actualmente, Paraguay tiene una planta hidroeléctrica (Itaipú) y tenía un acuerdo a largo plazo con Brasil, donde les vendía el 50% de la energía producida, (y que ahora) ya expiró”, expresó. Añadió que “no pueden ponerla en un tanque y enviarla al extranjero”.
A partir de esto, lanzó una sugerencia que podría tener eco tanto en Asunción como en Washington: “(Finalmente) alguien inteligente irá a Paraguay y abrirá un servidor de inteligencia artificial”.
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Rubio instó a que Estados Unidos se involucre más activamente en este tipo de alianzas estratégicas energéticas, ya que “debemos participar en las conversaciones sobre nuestro rol en el sector energético, y cómo podemos ayudar a invertir o asociarnos con países que cuentan con un suministro de energía”.
La postura del senador norteamericano ubica a Paraguay como un potencial aliado para el ecosistema tecnológico global. Con el excedente de energía disponible tras la expiración del acuerdo con Brasil, el país enfrenta una disyuntiva: seguir exportando, o apostar por la innovación y atraer inversiones en tecnología de alto impacto.
Fuente: ÚH







