Internacionales

Fallece Sebastião Salgado, ícono de la fotografía mundial, a los 81 años

El reconocido fotógrafo Sebastião Salgado murió a los 81 años. Su obra documental y ambiental deja un legado profundo en el arte global.

Reconocido como una de las mayores referencias del fotoperiodismo mundial, el brasileño se destacó por una obra de carácter humanista, que documenta y denuncia violaciones a los derechos del hombre y también su relación con la naturaleza y el medio ambiente.

El fotógrafo brasileño Sebastião Salgado falleció este viernes a los 81 años, según confirmaron el Instituto Terra, fundado por el propio artista, y la Academia de Bellas Artes francesa, de la cual era miembro desde 2016. Salgado, reconocido mundialmente por sus icónicas fotografías en blanco y negro que documentaron conflictos, la selva amazónica y la condición humana, es considerado uno de los grandes exponentes de la fotografía contemporánea. Su muerte marca el fin de una carrera que transformó el fotoperiodismo y elevó la fotografía documental al nivel del arte.

El Instituto Terra expresó en un comunicado que es con profunda tristeza que anunciamos el fallecimiento de Sebastião Salgado, nuestro fundador, mentor y fuente eterna de inspiración. La organización, que se dedica a la restauración ambiental de la Mata Atlántica brasileña, destacó que Sebastião fue mucho más que uno de los más grandes fotógrafos de nuestro tiempo. Junto a su compañera de vida, Lélia Deluiz Wanick Salgado, sembró esperanza donde había devastación y dio vida a la creencia de que la restauración ambiental es también un acto profundo de amor por la humanidad.

Legado fotográfico y documental

Salgado desarrolló una carrera excepcional como fotógrafo autodidacta que también poseía la nacionalidad francesa, dejando un testimonio visual de centenares de viajes que fueron publicados en prestigiosas revistas como Life y Time, además de ser exhibidos en museos de las principales capitales del mundo. Desde Ruanda hasta Guatemala, pasando por Indonesia y Bangladés, el fotógrafo brasileño documentó hambrunas, guerras, éxodos y explotación laboral en el Tercer Mundo con una mirada empática y no condescendiente, como él mismo solía describir, de quien viene de la misma parte del mundo.

Su obra más reconocida incluye el documental La sal de la Tierra (2014), codirigido por Wim Wenders y su hijo Juliano Ribeiro Salgado, que retrata sus expediciones a lugares remotos como el Círculo Polar Ártico y Papúa Nueva Guinea. Estas experiencias alimentaron su libro Génesis (2013), un proyecto que buscaba mostrar la belleza de la naturaleza virgen y sus intentos por reforestar zonas devastadas de la selva amazónica. El trabajo de Salgado se caracterizó siempre por combinar el rigor periodístico con una visión artística profundamente humanista.

Reconocimientos y trayectoria ambiental

A lo largo de su carrera, Salgado recibió numerosos galardones internacionales que reconocieron tanto su excelencia artística como su compromiso social y ambiental. Entre los premios más destacados figuran el Príncipe de Asturias, el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes y el Premio Internacional de la Fundación Hasselblad. Fue elegido miembro honorario de la Academia de Artes y Ciencias de Estados Unidos en 1992 y de la Academia francesa de Bellas Artes en 2016, consolidando su posición como una de las figuras más influyentes de la fotografía mundial.

Nacido en la ciudad de Aimorés, en el interior del estado de Minas Gerais en Brasil, Salgado se trasladó a Francia en 1969 cuando Brasil atravesaba la dictadura militar. Su formación inicial fue en economía, campo en el que obtuvo un doctorado en la Universidad de París, antes de dedicarse completamente a la fotografía en 1973. Esta base académica le proporcionó una perspectiva única sobre las desigualdades sociales y económicas que posteriormente documentaría a través de su lente.

Compromiso con la restauración ambiental

Más allá de su trabajo fotográfico, Salgado se convirtió en un destacado activista ambiental junto a su esposa Lélia Wanick Salgado, con quien fundó el Instituto Terra y la agencia Amazonas Images, que maneja exclusivamente su obra fotográfica. El fotógrafo había sufrido diversos problemas de salud durante muchos años después de contraer malaria en la década de 1990, lo que no impidió que continuara su labor tanto artística como ambientalista hasta sus últimos años.

Unite a nuestro canal de Facebook

Su muerte coincidió con la inauguración en Almada de una exposición sobre la visión de los extranjeros de la Revolución Portuguesa de 1974 y 1975, que incluye fotografías suyas tomadas durante esa época. El Instituto Terra prometió continuar honrando su legado, cultivando la tierra, la justicia y la belleza que él creía profundamente que podían ser restauradas, asegurando que el impacto de Sebastião Salgado trascienda su obra fotográfica para incluir su visión transformadora del mundo y la naturaleza.

Fuente: DW