El Ministerio de Salud adjudicó al consorcio Oxígeno Ecológico un contrato por más de G. 33.000 millones para la provisión e instalación de plantas generadoras de oxígeno medicinal en cinco hospitales del país. A pesar de haberse pagado ya más de G. 26.000 millones, las unidades no se encuentran operativas y se detectaron irregularidades técnicas relevantes en los equipos instalados.
Una verificación realizada el 12 de febrero de 2025 reveló que los compresores colocados no cumplen con las especificaciones del Pliego de Bases y Condiciones (PBC), que exige que sean libres de aceites. Sin embargo, el proveedor instaló compresores que utilizan lubricantes, lo que compromete la pureza del oxígeno y, por ende, la seguridad de los pacientes. El hallazgo fue firmado por Luis Benítez, gerente del Ministerio de Salud.
El consorcio está compuesto por la empresa paraguaya Constructora Eco S.A. y la firma china Juangsu Minnuo Group Co. Ltda., representadas localmente por Luis Federico González Gómez. Las partes se comprometieron a corregir la falla en un plazo de 60 días, lo cual no fue cumplido. La garantía bancaria del contrato vence el 30 de junio, sin que se haya completado la puesta en marcha de los sistemas.
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El proyecto fue financiado con recursos del Banco Mundial y abarca cinco lotes destinados a hospitales clave: el Pediátrico Acosta Ñu, el General de Santa Rosa del Aguaray, el Gran Hospital de Coronel Oviedo, el Regional de San Juan Bautista y el Materno Infantil San Pablo. A la fecha, ninguno de estos centros cuenta con el funcionamiento adecuado de las plantas previstas.
Según el medio El Nacional, pese a reiteradas solicitudes de información, la cartera encabezada por la ministra María Teresa Barán no ha emitido declaraciones oficiales sobre el avance del contrato. La única información recibida indica que parte del equipamiento aún estaría siendo transportado desde Asia, sin fechas confirmadas de entrega o instalación.
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La falta de transparencia en el seguimiento del contrato y los riesgos sanitarios asociados al uso de compresores inadecuados generan preocupación en el ámbito médico y ciudadano. Se espera una auditoría técnica y financiera que esclarezca las responsabilidades y evite mayores perjuicios al sistema de salud pública.
Fuente: El Nacional