El juicio oral por la muerte de Liz Mariela Vera Benegas concluyó con la condena de cinco años de prisión para los dos acusados del caso. La universitaria de 24 años falleció tras caer de un ómnibus después de ser despojada de su celular el 5 de septiembre de 2021 en Fernando de la Mora.
Pablo Daniel Corbalán Valdez fue declarado culpable del delito de robo, mientras que el chofer Edgar Alfonzo Rotela recibió sentencia por homicidio culposo y omisión de auxilio. El Tribunal de Sentencia estableció idéntica pena para ambos acusados mediante voto unánime de sus integrantes.
El Tribunal de Sentencia estuvo presidido por la jueza Dina Marchuk e integrado por Oscar Rodríguez Masi y Julio Granada. Los magistrados ratificaron las medidas cautelares vigentes, manteniendo a Corbalán en prisión y a Rotela con arresto domiciliario al término del juicio oral realizado el 19 de junio.
La audiencia se desarrolló en una sola jornada, permitiendo que el caso llegara a su resolución final tras años de investigación. La fiscala Mariela Hicks estuvo a cargo de la acusación y solicitó la pena máxima de cinco años de prisión para ambos procesados.
La fiscala Hicks explicó que la pena solicitada representa el máximo previsto para la calificación jurídica establecida en el caso. La acusación demostró que la puerta trasera del ómnibus permaneció abierta mientras el vehículo se encontraba en marcha, facilitando tanto el descenso del ladrón como la caída fatal de la víctima.
La representante del Ministerio Público resaltó que el chofer tuvo visibilidad completa de los acontecimientos pero hizo caso omiso de la situación. Rotela continuó la marcha del vehículo sin prestar auxilio a Liz Vera, quien cayó bruscamente al pavimento tras intentar perseguir al ladrón.
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Liz Mariela Vera Benegas cursaba ingeniería en informática en una universidad privada de Itá y vivía en un inquilinato mientras estudiaba en horario nocturno. El domingo 5 de septiembre de 2021 decidió visitar a su madre en el barrio Obrero de Asunción, abordando un ómnibus de la empresa Paraguarí.
Corbalán se hizo pasar por vendedor ambulante ofreciendo chupetines antes de sustraer el teléfono celular Samsung de la estudiante. El ladrón corrió hacia la parte trasera del ómnibus y descendió del vehículo mientras Liz intentaba perseguirlo para recuperar su dispositivo móvil.
Una cámara de seguridad de la zona registró el momento exacto cuando Corbalán bajó del ómnibus y segundos después cuando Liz intentó hacer lo mismo para perseguirlo. La joven necesitaba el teléfono para avisar a su madre sobre su llegada a la Terminal de Ómnibus de Asunción.
Cuando la estudiante intentó descender, el ómnibus ya había ganado velocidad considerable sobre la Ruta PY02 esquina 8 de Diciembre en Fernando de la Mora. Liz no logró mantener el equilibrio y cayó de espaldas al asfalto, golpeando gravemente su cabeza contra el pavimento.
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El accidente ocurrió aproximadamente a las 12:00 horas del 5 de septiembre de 2021. Como consecuencia de la caída, Liz sufrió lesiones cerebrales graves que determinaron su posterior fallecimiento tras una penosa agonía en el Hospital de Trauma el 12 del mismo mes.
La joven era hija única y su muerte conmocionó a la comunidad universitaria y a la sociedad paraguaya. Durante el juicio, ambos acusados solicitaron perdón a la familia de la víctima, reconociendo su responsabilidad en los hechos que causaron la muerte de la estudiante.
La sentencia establece un precedente jurídico importante sobre la responsabilidad de choferes de transporte público en situaciones de emergencia. El caso demuestra que la omisión de auxilio constituye un delito punible cuando los conductores tienen la capacidad de prevenir o mitigar consecuencias fatales para los pasajeros.
Fuente: ABC Color