Una nueva crisis sacude al sistema de transporte público en el país. Ayer, los gremios empresariales del sector se reunieron con el Viceministerio de Transporte sin llegar a un acuerdo, manteniendo latente la amenaza de una medida de fuerza que podría dejar sin servicio a miles de usuarios.
La reunión fue convocada por el viceministro Emiliano R. Fernández, quien intentó frenar el malestar de los representantes del Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam) y la Única Central de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana de Asunción (Ucetrama). Sin embargo, los reclamos por el pago de subsidios atrasados y la falta de actualización de la tarifa técnica no encontraron solución.
Actualmente, el Estado debe aproximadamente USD 8 millones a los empresarios, correspondientes a los meses de mayo y junio. Según los gremios, esta deuda afecta directamente la operatividad de las flotas y contribuye a la escasez de buses en circulación.
Otro punto crítico es la actualización de los valores que componen la tarifa técnica, base sobre la cual se calcula el subsidio estatal por pasajero. Los empresarios aseguran que la cifra vigente, establecida en junio de 2024, ya no refleja los costos reales del servicio. Argumentan que la fórmula debe considerar ítems como repuestos, mantenimiento, características de la flota y hasta estudios de impacto ambiental.
Los usuarios pagan G. 2.300 en buses convencionales y G. 3.400 en los climatizados. El resto lo cubre el Estado, en base a una tarifa técnica que, según Cetrapam, está desfasada y amenaza la sostenibilidad del sistema.
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Pese a que el viceministro Fernández recordó que desde su gestión ya se ajustaron más del 80% de los coeficientes del cálculo tarifario, los empresarios consideran insuficientes los avances. Alegan que ni siquiera hay un cálculo para el segundo semestre del año, lo que impide determinar si el Estado está abonando de más o de menos.
Mientras el servicio se deteriora y los pasajeros esperan por horas en las paradas, los empresarios abandonaron la reunión en lujosos vehículos, sin emitir declaraciones. Una postal que generó malestar ciudadano y expuso la desconexión entre las necesidades del sistema y la realidad de sus operadores.
Fuente: ABC Color
