El interventor de la Municipalidad de Asunción, Carlos Pereira, alertó sobre la existencia de 9.119 funcionarios cuyos registros laborales no cuentan con controles tecnológicos adecuados. Según explicó, el sistema de marcación se realiza en muchos casos de forma manual, lo que impide rastrear funciones, horarios y asignaciones específicas.
Durante una conferencia de prensa, Pereira detalló que la Dirección de Recursos Humanos solo cuenta con treinta funcionarios encargados de verificar de manera manual la asistencia del personal. Además, los relojes biométricos no están integrados a una red, lo que imposibilita su uso eficiente para control horario.
El economista señaló que directores generales, coordinadores y asesores no están obligados a marcar entrada o salida. Esta falta de exigencias genera dificultades para establecer responsabilidades y aplicar una correcta trazabilidad administrativa dentro del organigrama municipal.
En su análisis, indicó que existen áreas con más de cuarenta funcionarios donde solo se requieren menos de diez, mientras que sectores estratégicos como Recursos Humanos están subdimensionados. Esta distribución desigual pone en evidencia un sistema de personal sin criterios técnicos ni planificación estructural.
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Pereira apuntó que del total de funcionarios, 7.375 están asignados a la Intendencia, 1.142 a la Junta Municipal, 189 al Policlínico, 116 al Centro Paraguayo Japonés y 297 a mercados y terminales. A esto se suman 124 comisionados a la Municipalidad y otros 177 enviados desde la Comuna a otras instituciones.
Como respuesta, el interventor propuso un plan de racionalización de personal que contempla articular con el sector privado una eventual reubicación de funcionarios. Esta política público-privada permitiría absorber parte del plantel municipal en empresas con deudas tributarias, a cambio de beneficios u otras formas de compensación.
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Pereira explicó que, si bien su función es revisar las observaciones de la Contraloría, su equipo dejará delineado un esquema que permita reducir gastos salariales, tipificar perfiles profesionales y optimizar la dotación institucional. La meta, indicó, es que la Municipalidad mantenga solo la cantidad de personal necesaria para operar eficientemente.
Finalmente, comparó la situación actual con una crisis que puede convertirse en oportunidad, instando a que el municipio asuma un rol activo para reconvertirse y reducir su carga operativa sin afectar la fuente laboral de los funcionarios.
Fuente: Última Hora







