Los nuevos aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han provocado una reacción inmediata y negativa en los mercados financieros globales. Con tarifas de hasta el 50% sobre importaciones de 92 países, las principales bolsas de Asia y Europa registraron fuertes caídas, mientras que el dólar se debilitó frente al yen japonés.
El decreto fue firmado el jueves por la noche y entrará en vigor el 7 de agosto, sin posibilidad de renegociación previa. Trump confirmó que el plazo de diálogo expiró, cerrando toda oportunidad de alcanzar acuerdos antes de la aplicación de las nuevas tasas.
En Asia, el impacto fue notorio. El índice surcoreano Kospi cayó casi un 4%, afectado por el arancel del 15% impuesto a Corea del Sur, un país aliado de Washington. En paralelo, el yen japonés se fortaleció y el dólar bajó a más de 150 yenes, reflejando la huida hacia activos considerados más seguros.
Trump impone #aranceles más altos a decenas de países
Las nuevas tarifas aduaneras -entre el 10 % y el 41 %- entrarán en vigor el 7 de agosto.
México, por su parte, consiguió un #aplazamiento de 90 días para negociar un nuevo acuerdo arancelario. /cmw pic.twitter.com/eMMaYMBCTs
— DW Español (@dw_espanol) August 1, 2025
Las bolsas europeas también operaban a la baja. El índice DAX alemán retrocedió un 1,1%, el CAC francés un 1% y el IBEX español un 0,6%. Incluso Londres registró una caída del 0,5%, a pesar de recientes acuerdos entre la Unión Europea y Estados Unidos que no lograron tranquilizar a los inversores.
La preocupación de fondo es que la imposición de tarifas a gran escala impacte directamente en el comercio mundial, aumentando los costos de importación y frenando la actividad manufacturera global. La mayoría de los países afectados aún no han cerrado acuerdos bilaterales y persiste la incertidumbre sobre posibles exenciones o condiciones especiales.
Este nuevo esquema comercial de la administración Trump introduce una mayor rigidez en el comercio exterior estadounidense. Las autoridades y economistas temen que estas medidas restrinjan el crecimiento global y compliquen las relaciones comerciales estratégicas entre Washington y sus principales socios.
Algunos países lograron pactar reducciones arancelarias, como Taiwán, que consiguió una tasa del 20% tras un inicio previsto del 32%. Sin embargo, aún no se ha concretado un acuerdo definitivo. Japón logró contener la cifra en 15% y espera que Washington cumpla lo pactado, sobre todo en sectores clave como automóviles.
Canadá expresó su decepción por la decisión de elevar los aranceles al 35%. Washington argumenta que Ottawa no colabora lo suficiente en el combate al tráfico de drogas ni en la regulación del comercio energético. Suiza también fue golpeada con una tarifa del 39%, que superó incluso la propuesta original.
Otras naciones, como Camboya y Pakistán, aceptaron acuerdos con tasas inferiores al 20% a cambio de incrementar compras de bienes estadounidenses. Estas negociaciones incluyeron compromisos de compra de aviones o maquinaria agrícola para contener los aranceles previstos.
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Por su parte, Nueva Zelanda y Australia aún no han alcanzado acuerdos formales. Sus exportaciones agrícolas, especialmente de vino, carne y productos lácteos, están sujetas a tasas que oscilarán entre el 15% y el 50% a partir de agosto. Las autoridades neozelandesas ya manifestaron su descontento por las nuevas condiciones.
En América Latina, Argentina figura en la lista con un arancel base del 10%. Hasta ahora, no se conocen avances en un posible acuerdo para mitigar ese impacto. La falta de claridad sobre las reglas de origen, las promesas de inversión y los mecanismos de aplicación complica el panorama para los exportadores regionales.
Mientras los mercados financieros ajustan sus expectativas, el presidente Trump sugirió en una entrevista que podría reabrir conversaciones dentro de cuatro semanas. Sin embargo, esa posibilidad aún no tiene forma concreta, y las condiciones actuales seguirán influyendo sobre la volatilidad del comercio internacional.
Fuente: Clarín
