La Policía Nacional emitió una alerta a la ciudadanía ante la aparición de una nueva modalidad utilizada por bandas de robacoches: la sustitución de piezas y el implante de chasis adulterados para vender vehículos robados como si fueran legales.
El caso más reciente se registró en Ñemby, donde agentes de la Dirección de Automotores, regional Ytororó, recuperaron un automóvil Toyota Allion, año 2000, que tras la inspección técnica reveló alteraciones en su estructura. Según el informe policial, el rodado presentaba cortes de extremo a extremo en su chasis original, reemplazado luego por otro para que coincida con la documentación.
El comisario Marcos Martínez, jefe del Departamento de Control de Automotores, explicó que a simple vista el vehículo parecía en regla, pero las pericias técnicas confirmaron la adulteración. “Este procedimiento busca dar apariencia de legalidad a rodados robados, pero es una práctica que se detecta con inspecciones especializadas”, detalló.
Las autoridades convocaron a varias víctimas de robo de vehículos para verificar si el automóvil recuperado correspondía a alguno de los casos denunciados. La práctica de implantar chasis adulterados no solo permite la circulación de rodados ilegales, sino que también expone a compradores desprevenidos a perder dinero y enfrentar procesos judiciales.
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La Policía recomendó a los interesados en adquirir vehículos usados que acudan a dependencias de la Dirección de Automotores para realizar una revisión previa, a fin de evitar caer en manos de estafadores. Esta medida es clave para prevenir que los ciudadanos se conviertan en víctimas de redes criminales dedicadas al robo y la reventa de automóviles.
Con este tipo de advertencias, la institución busca reforzar la prevención y cortar las operaciones de organizaciones que se valen de técnicas sofisticadas para encubrir bienes robados. La recomendación central es clara: verificar el chasis antes de comprar un vehículo usado.
Fuente: ABC Color







