El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura visitó el nuevo Complejo de Mujeres Privadas de Libertad de Emboscada donde hoy están recluidas las más de 600 internas que fueron sacadas de la ahora cerrada cárcel del Buen Pastor. Tras un monitoreo confirmaron que el traslado fue a las apuradas mientras familiares denuncian aislamiento extremo.
La abogada Magdalena Palau, comisionada del MNP, confirmó que el miércoles pasado hicieron una visita tras denuncias de ciertas irregularidades en el nuevo centro penitenciario. Las denuncias incluían falta de provisión de agua, problemas con la energía eléctrica y mucha angustia de las familias que no podían comunicarse con las reclusas.
Vimos que el servicio de agua y de electricidad estaban funcionando bien. Nos mostraron los tanques de agua de 150.000 litros y las bombas que aseguran el suministro, dijo Palau. Sin embargo, la propia penitenciaría cerró la provisión de agua por varios momentos tras protestas de las mujeres que apretaban de manera constante los botones de las cisternas.
El ministro de justicia, Rodrigo Nicora reconoció la falta de alimento en Comple (Complejo de Mujeres Privadas de Libertad de Emboscada) donde fueron trasladadas las reclusas del Buen Pastor.
Admitió que también hubo problemas en la provisión de agua potable y… pic.twitter.com/BUm6eYz6i2
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Desde el MNP nos quedamos muy preocupados por algunos puntos. Las chicas habían sido trasladadas el lunes a la mañana y ya era el miércoles, y gran parte de ese tiempo ellas pasaron dentro de las celdas. El único lugar al que salían era al pasillo que está frente a las celdas, explicó Palau sobre las condiciones de encierro durante los primeros días.
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Las mujeres empezaron a reclamar con justa razón ya que estaban todo el tiempo encerradas. También las quejas eran que no tenían contacto con sus familiares y que no estaban pudiendo recibir visitas. Las familias también estaban muy angustiadas de que no les llegaran los medicamentos o los alimentos según confirmó la comisionada.
Una de las primeras exreclusas del Complejo para Mujeres Privadas de Libertad de Emboscada contó su experiencia durante los primeros cinco días de reclusión, aseguró que atraviesan hambre, frío y sed y que siguen incomunicadas con sus familiares. #ABCTVPy -… pic.twitter.com/ZECsJmxo5y
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En el Comple, la infraestructura es buena, tiene mucho potencial, pero todavía no estaba todo listo. Había cosas que todavía faltaban adecuar, precisó Palau. Las reclusas todavía estaban comiendo en los pasillos y no en el comedor. En el patio se proyectaba construir un parque infantil pero todavía no estaba terminado ni la cancha de deportes.
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El abogado Orlando Castillo del MNP cuestionó que en vez de hacer una mudanza gradual de grupos de 250, hicieron todo de una y eso se les fue de las manos. Además establecieron un sistema de visitas mucho más reducido. No tienen la capacidad de garantizar que cada módulo pueda recibir las visitas a la vez y te hacen elegir si querés que te visite tu familia o tu pareja, detalló.
El viceministro de Política Criminal Rubén Maciel desmintió las denuncias de abandono. Hambre, sed y frío no pasaron porque se le proveyó de comida, botella de agua y ropa de cama, precisó. Reconoció que hubo demoras en la identificación de pertenencias y que ahora se sienten encerradas porque están experimentando lo que es una penitenciaría, admitiendo un cambio de régimen más restrictivo que en el Buen Pastor.
Fuente: ABC / ÚH
