Doña Juana Franco viuda de Martínez, de 94 años, volvió a sonreír después de días de angustia. La mujer, residente de la comunidad San Juan Evangelista, en el distrito de Concepción, había quedado sin animales tras el faenamiento clandestino de sus dos vacas lecheras, únicas fuentes de sustento heredadas de su difunto esposo.
La historia de la abuelita conmovió a la comunidad y a muchos productores de la zona. Uno de ellos, también víctima de abigeos, decidió tenderle una mano sin buscar reconocimiento. El ganadero, que pidió mantener el anonimato, le donó una vaca preñada y una cría, gesto que transformó el dolor en esperanza.
Unite a nuestro canal de Whatsapp
Un acto de solidaridad en tiempos difíciles
La entrega de los animales se realizó ayer, en presencia de su hija y su nieta, quienes se comprometieron a cuidar de ellos y resguardarlos de futuros ataques. El benefactor gestionó además los documentos legales para garantizar que la donación quede debidamente registrada y que doña Juana pueda ejercer su derecho sobre los animales.
“Dios le va a pagar por esta bondad”, expresó la anciana entre lágrimas al recibir los animales. Su emoción reflejaba no solo la alegría de recuperar un medio de vida, sino también la gratitud hacia un gesto que reafirma la solidaridad campesina que aún sobrevive en el interior del país.
Una historia que inspira
Su hija, Catalina Martínez, agradeció profundamente al donante y aseguró que harán todo lo posible para proteger a las nuevas vacas. “Vamos a cuidarlas con mucho esmero, no queremos que vuelva a pasar lo mismo”, comentó.
Fuentes: Concepción al Día- ÚH







