El Hospital de Hernandarias quedó en el centro de fuertes cuestionamientos luego de que una beba prematura, dada por muerta al nacer, fuese encontrada con vida horas más tarde y finalmente falleciera por falta de una incubadora. La familia acusa negligencia y exige una investigación profunda.
Según el relato de los familiares, la madre dio a luz mediante cesárea en horas de la mañana del jueves. Los médicos informaron que la recién nacida no presentaba latidos, por lo que certificaron su muerte y entregaron el cuerpo en una caja antes del mediodía. Ningún profesional sugirió trasladarla a una incubadora, pese a tratarse de un nacimiento prematuro.
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Pasadas tres horas, la situación dio un giro inesperado. La madre, aún despertando de la cirugía, pidió ver a su hija. Cuando una familiar levantó la caja para acercarla, notó que la beba se movía y respiraba. De inmediato corrieron hasta Neonatología en busca de asistencia urgente.
En ese momento, el servicio no contaba con incubadoras disponibles. Los médicos aplicaron oxígeno como medida inicial y confirmaron que la niña respondía. Según el testimonio de Margarita Frutos, familiar de la madre, recién a las 20:00 se habilitó una incubadora, luego de que la familia hiciera pública la denuncia y acudiera a la prensa.
La niña falleció a la medianoche. Para la familia, el desenlace pudo evitarse si el personal hubiera realizado un control adecuado al momento del nacimiento y si el hospital hubiese contado con recursos suficientes para asistir a una prematura.
Frutos aseguró que uno de los médicos reconoció errores en el procedimiento y admitió que debieron verificar nuevamente a la recién nacida antes de entregarla. El caso fue elevado a las autoridades sanitarias, que deberán determinar responsabilidades y evaluar la capacidad operativa del centro asistencial.
Fuente: ÚH
