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Vulnerabilidad climática en Paraguay: Una emergencia social y ambiental

Paraguay enfrenta una situación sin precedentes en términos climáticos y ambientales, con las clases populares siendo las más afectadas por fenómenos meteorológicos extremos.

Foto: Archivo La Nación.

En Paraguay, hablar de vulnerabilidad climática y ambiental se ha convertido en una cuestión urgente, que cruza las esferas social, política y económica. El país está siendo testigo de fenómenos meteorológicos extremos con una frecuencia e intensidad sin precedentes. Esta realidad, que golpea con más fuerza a las clases populares, debe ser comunicada con valentía y claridad.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) define la vulnerabilidad como la susceptibilidad de un sistema a sufrir daños por el cambio climático, incluyendo la variabilidad del clima y eventos extremos. En Paraguay, esta definición se traduce en la palpable fragilidad ante inundaciones, epidemias de dengue y chikungunya, sequías prolongadas, incendios forestales y bajantes históricas del Río Paraguay.

Esta multicrisis ambiental no es aleatoria; es el resultado de un saqueo sistemático que compromete la capacidad de la nación de adaptarse a los desafíos actuales del clima. El Índice de Vulnerabilidad al cambio climático de la CAF coloca el foco en la “exposición física a fenómenos meteorológicos y la capacidad adaptativa del territorio” como determinantes de la vulnerabilidad climática.

Investigaciones señalan que en Paraguay las olas de calor se han triplicado en las últimas cuatro décadas, afectando principalmente a los más vulnerables. La sequía, fenómeno climático recurrente y devastador, se ha agudizado en el siglo actual, impactando negativamente en la economía.

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La capacidad de adaptación está intrínsecamente ligada al modelo de desarrollo y la gestión de los recursos naturales y la infraestructura. Por ejemplo, el acceso al agua potable en Paraguay es alarmantemente precario, con un alto porcentaje de la población consumiendo agua de baja calidad, y la prestación del servicio altamente fragmentada y en manos informales.

La efectividad de la gobernanza y la economía son factores estructurales claves en la adaptabilidad al cambio climático, según la CAF. En Paraguay, la infraestructura y la gestión de recursos naturales son insuficientes y esto se refleja en la incapacidad de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.

Los partidos políticos que han gobernado el país en las últimas décadas llevan consigo la responsabilidad de la situación actual. En la historia reciente, el Partido Colorado ha gobernado la mayor parte del tiempo, seguido por el Partido Liberal y una coalición entre el Frente Guasu y el Partido Liberal.

Las lluvias torrenciales y los desastres naturales recientes en el Departamento Central y Gran Asunción han revelado las profundas deficiencias en la infraestructura y los servicios esenciales, poniendo de manifiesto la alta vulnerabilidad de Paraguay frente al cambio climático y la necesidad urgente de medidas de adaptación y mitigación.

Es fundamental que las políticas públicas se enfoquen en fortalecer la infraestructura y los servicios básicos como el agua potable, la electricidad y la salud para mejorar la resiliencia de la sociedad paraguaya frente a los desafíos climáticos. La ciudadanía debe ser consciente de la gravedad de la situación y exigir a los líderes políticos acciones concretas y sostenibles para proteger el futuro de todos los que habitan el país.

Fuente: Ensayo de Guillermo Achucarro para BASE IS