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Henry Kissinger: El arquitecto de la diplomacia del siglo XX fallece a los 100

Henry Kissinger, el polémico estratega de la política exterior de Estados Unidos y premio Nobel de la Paz, ha fallecido a los 100 años. Su vida fue un reflejo de los momentos más críticos del siglo XX, marcando profundamente la diplomacia mundial.

Henry Kissinger, en mayo de 1973, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. Foto: HARVEY GEORGES (AP)

Henry Kissinger, una de las figuras más emblemáticas y controvertidas de la política exterior de Estados Unidos, ha fallecido en su residencia de Connecticut a la edad de 100 años. Su deceso marca el fin de una era definida por su influencia en los acontecimientos globales y su papel decisivo en la configuración de la diplomacia estadounidense durante la segunda mitad del siglo XX.

Nacido en Alemania en 1923 como Heinz Alfred Kissinger, huyó del régimen nazi junto a su familia, asentándose en Estados Unidos. Su trayectoria, que inició en el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, lo llevó a una carrera académica en Harvard, antes de sumergirse en el laberinto de la política internacional.

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Kissinger, reconocido por su realismo político y pragmatismo, asumió roles clave bajo la administración de Richard Nixon, primero como consejero de Seguridad Nacional y luego como Secretario de Estado. Durante su mandato, jugó un papel fundamental en numerosos eventos de la Guerra Fría.

Su habilidad para manejar complejas situaciones internacionales se evidenció en múltiples frentes, desde la distensión con la Unión Soviética hasta la histórica apertura hacia China.

Henry Kissinger en el estreno de ‘El Padrino’, en el hotel St. Regis de Nueva York, el 14 de marzo de 1972.WWD (Getty Images)

La diplomacia de Kissinger no estuvo exenta de polémica. Su apoyo a políticas intervencionistas en América Latina, especialmente en Chile, y su implicación en conflictos como el de Vietnam, han sido objeto de críticas y debates intensos. Su gestión en estos asuntos ha levantado cuestionamientos éticos y morales, reflejando la complejidad de las decisiones en el escenario global.

Sin embargo, sus contribuciones a la política exterior no pueden ser ignoradas. Su enfoque de la realpolitik, centrado en los intereses nacionales por encima de los ideales políticos, dejó una huella indeleble en la manera en que Estados Unidos interactuó con el mundo.

Bajo su influencia, el país norteamericano navegó por uno de los períodos más turbulentos de la historia moderna, manteniendo una posición de liderazgo global.

Henry Kissinger, aficionado al fútbol y portero en su Alemania natal, fue el principal artífice del fichaje de Pelé por el New York Cosmos. Aquí le abraza en el vestuario, en 1977, tras un partido contra el Ft. Lauderdale.

Más allá de su vida pública, Kissinger fue una figura carismática, conocido por su agudo sentido del humor y su perspicaz entendimiento de la política internacional. Incluso después de retirarse de la vida política activa, continuó siendo una voz influyente, ofreciendo asesoramiento y análisis a través de sus numerosos libros y apariciones públicas.

La muerte de Kissinger cierra un capítulo importante en la historia de la diplomacia mundial. Su legado, complejo y a menudo contradictorio, seguirá siendo objeto de estudio y debate en los años venideros.

Donald Trump saluda a Kissinger en octubre de 2017.Kevin Lamarque (REUTERS)

Como figura clave en algunos de los momentos más críticos del siglo pasado, su impacto en la política internacional será recordado por generaciones futuras.

Fuente: El País