Las icónicas dunas de San Cosme y San Damián, que durante años fueron el orgullo y uno de los principales atractivos turísticos de Itapúa, enfrentan hoy una situación crítica.
Sumergidas completamente bajo las aguas del río Paraná, estas dunas desaparecieron de la vista, dejando un vacío tanto en el paisaje natural como en el corazón de los habitantes y turistas que solían visitarlas.
Esta problemática ambiental, que se intensificó en los últimos meses, se debe a la erosión y el oleaje, fenómenos agravados por la presencia del lago de la Central Hidroeléctrica Yacyretá (CHY).
Un reciente video grabado por la Armada Paraguaya muestra la triste realidad: lo que antes era una exuberante isla de arena ahora es parte del lecho del río, invisible a los ojos de quienes solían admirarla.
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Las consecuencias de esta situación van más allá de lo ambiental. La economía local, especialmente la de los lancheros de San Cosme y San Damián, recibió un duro golpe. La suspensión de los paseos a las dunas, especialmente en temporada de verano, es una significativa pérdida de ingresos para la comunidad.
Ante esta situación alarmante, la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (Conaderna) y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) tomaron cartas en el asunto. Un ambicioso proyecto de recuperación está en marcha, que incluye el refulado de al menos 310.000 metros cúbicos de arena para restaurar la isla, el mejoramiento del acceso para las embarcaciones y la instalación de una protección perimetral de piedra y talud.
Con una inversión aproximada de G. 35.000 millones, este proyecto no solo busca devolver a las dunas su antigua gloria, sino también reactivar el turismo y la economía local. Los trabajos, que podrían culminar en un periodo de tres a cuatro meses una vez iniciados, representan una luz de esperanza para San Cosme y San Damián.
Fuente: ABC.







