Estados Unidos y Ucrania se encuentran en las etapas finales de negociación de un acuerdo que podría transformar el panorama geopolítico de los recursos estratégicos globales. Este pacto, centrado en el acceso estadounidense a los valiosos yacimientos de minerales raros y críticos de Ucrania, representa un giro significativo en las relaciones bilaterales, aunque todavía no proporciona las garantías de seguridad que Kyiv busca fervientemente frente a la invasión rusa.
Olga Stefanishyna, viceprimera ministra ucraniana para la integración europea y euroatlántica, confirmó recientemente a través de su cuenta en la red social X que “las negociaciones han sido muy constructivas y casi todos los detalles clave están ultimados”, añadiendo que ambas partes están “comprometidas a completarlo rápidamente para proceder a su firma”. Esta declaración oficializa un proceso que comenzó como una propuesta del propio presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien presentó esta idea a Donald Trump en septiembre de 2024 como parte de su “plan de victoria”.
La negociación y sus tensiones diplomáticas
La propuesta inicial surgió como una estrategia ucraniana para asegurar el apoyo estadounidense en su guerra contra Rusia. Sin embargo, tras su regreso a la Casa Blanca, el presidente Trump ha mostrado un interés evidente en los minerales pero sin ofrecer las garantías de seguridad anheladas por Ucrania, lo que ha generado tensiones en el proceso negociador.
“Le dije [a Ucrania] que quiero el equivalente a unos USD 500.000 millones en tierras raras, y básicamente han accedido a hacerlo”, declaró Trump al periodista de Fox News Bret Baier el pasado 10 de febrero. Estas declaraciones provocaron una reacción contundente de Zelensky, quien inicialmente rechazó la propuesta calificándola como «una conversación no seria» y afirmando categóricamente: “No puedo vender nuestro Estado”.
¿Conseguirá Trump el acceso privilegiado a las tierras raras de Ucrania?
Macron apela en Washington a la «fortaleza» de Trump para mejorar la posición europea sobre Ucrania. Trump condiciona la ayuda militar al acceso a los recursos minerales. /jg pic.twitter.com/uJsltw5AM2
— DW Español (@dw_espanol) February 25, 2025
Este intercambio público entre ambos líderes evidenció las fricciones en las relaciones bilaterales. No obstante, en las últimas semanas, parece haberse producido un acercamiento que ha permitido avanzar en las negociaciones, aunque los términos definitivos del acuerdo aún no se han revelado completamente. Lo que sí queda patente es el enorme interés estratégico que estos recursos representan para la administración estadounidense.
El tesoro mineral de Ucrania
Para comprender la dimensión de lo que está en juego, resulta fundamental entender qué son exactamente estos codiciados recursos. Las “tierras raras” constituyen un grupo de 17 elementos químicos con propiedades similares que resultan imprescindibles para la tecnología e industria modernas. Entre ellos se encuentran el escandio, itrio, lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio.
La denominación de “raros” no se debe tanto a su escasez en la corteza terrestre, sino a la dificultad de encontrarlos en estado puro. Además, su extracción presenta enormes desafíos técnicos, ya que suelen hallarse mezclados con elementos radiactivos como el torio y el uranio, requiriendo procesos químicos complejos y costosos para su separación.
Ucrania posee en su territorio 21 de las 30 sustancias que la Unión Europea define como “materias primas críticas”, lo que representa aproximadamente el 5% de las reservas mundiales. Muchos de estos yacimientos se localizan en el sur del denominado Escudo Cristalino ucraniano, principalmente bajo el mar de Azov, territorios actualmente ocupados por Rusia. Sin embargo, existen proyectos prometedores en las regiones de Buzh Medio, Kyiv, Vinnytsia y Zhitómir, que permanecen bajo control ucraniano.
La distribución geográfica y el conflicto bélico
La guerra con Rusia ha complicado significativamente el panorama de estos recursos estratégicos. Según Forbes Ukraine, aproximadamente el 70% de los importantes recursos minerales ucranianos se encuentran en las regiones de Donetsk, Dnipropetrovsk y Luhansk, territorios parcialmente invadidos y ocupados por fuerzas rusas desde 2022.
Además de las tierras raras, Ucrania posee importantes reservas de minerales esenciales como el litio, con unas 450.000 toneladas estimadas según datos del gobierno ucraniano. Este mineral, fundamental para la fabricación de baterías y la transición energética global, ha adquirido un valor estratégico sin precedentes. Las fuerzas rusas han ocupado al menos dos importantes yacimientos de litio: Shevchenkivske, en la región de Donetsk, y el complejo de Kruta Balka, en la región de Berdyansk, mientras que los yacimientos de la región de Kirovohrad permanecen bajo control ucraniano.
Adam Webb, responsable de materias primas para baterías de Benchmark Mineral Intelligence, advierte que “las estimaciones publicadas son muy aproximadas” y que “hay que trabajar mucho más para demostrar que esos depósitos minerales se pueden convertir en reservas económicas”. Esta incertidumbre sobre el potencial real de explotación añade otra capa de complejidad a las negociaciones en curso.
La estrategia de Trump frente a China
El interés estadounidense por los minerales ucranianos trasciende la mera oportunidad económica y se inserta en una estrategia geopolítica más amplia frente a China, actual líder mundial en la producción y procesamiento de tierras raras. En las últimas décadas, Beijing ha consolidado una posición dominante en este sector estratégico, controlando entre el 60-70% de la producción mundial y casi el 90% de la capacidad de procesamiento.
Esta dependencia de China preocupa profundamente a la administración Trump, tanto desde una perspectiva de seguridad nacional como económica. Las tierras raras y otros minerales críticos son componentes esenciales para tecnologías avanzadas, desde vehículos eléctricos hasta equipamiento militar de última generación, pasando por energías renovables y telecomunicaciones.
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El acuerdo con Ucrania podría representar un paso significativo en la estrategia estadounidense para diversificar sus fuentes de abastecimiento y reducir su vulnerabilidad frente a China. Sin embargo, las condiciones exactas bajo las cuales Estados Unidos accedería a estos recursos y lo que ofrecería a cambio a Ucrania siguen siendo objeto de intensas negociaciones.
La evolución de este acuerdo tendrá profundas implicaciones para el futuro de Ucrania, la seguridad energética global y el equilibrio de poder en la nueva “guerra fría” de los recursos estratégicos. Mientras tanto, el desenlace del conflicto bélico con Rusia sigue siendo determinante para el acceso efectivo a muchos de estos yacimientos, añadiendo una capa adicional de complejidad a un panorama ya de por sí intrincado.
Este emergente “acuerdo de minerales” entre Estados Unidos y Ucrania representa mucho más que un simple pacto comercial; constituye un capítulo fundamental en la reconfiguración geopolítica global, donde los recursos naturales estratégicos se han convertido en piezas clave del tablero internacional en la era de la transición energética y la competencia tecnológica.
Fuente: BBC
