Un importante golpe al crimen organizado transnacional se concretó este martes cuando la Policía Federal brasileña lanzó una operación para desmantelar un sofisticado esquema de lavado de dinero vinculado al Primer Comando de la Capital (PCC), considerada la organización criminal más poderosa de Brasil. El caso ha generado especial atención en Paraguay, ya que según investigaciones, parte de estos fondos ilícitos podrían haber sido canalizados hacia territorio paraguayo.
Según un comunicado conjunto del Ministerio Público del Estado de Brasil y las fuerzas de seguridad, estas empresas financieras digitales “ofrecían servicios financieros alternativos a las instituciones bancarias tradicionales” y “empleaban complejas estrategias de ingeniería financiera para ocultar a los verdaderos beneficiarios de los fondos transferidos”, conformando una elaborada red de lavado de activos provenientes de actividades ilícitas.
Como parte de la operación, las autoridades brasileñas ejecutaron una orden de prisión preventiva en São Paulo y diez órdenes de allanamiento en domicilios ubicados en las ciudades de São Paulo, Santo André y São Bernardo do Campo. Adicionalmente, el Tribunal ordenó el congelamiento de fondos en ocho cuentas bancarias y la suspensión temporal de las actividades económicas de las entidades de pago implicadas en el esquema.
Uma operação combate a lavagem de dinheiro feita pelo Primeiro Comando da Capital (PCC) por meio de duas fintechs, na manhã desta terça-feira (25), em São Paulo. #LiveCNN pic.twitter.com/XlvoonKXbd
— CNN Brasil (@CNNBrasil) February 25, 2025
Las investigaciones apuntan a que las principales fintechs involucradas serían 2GO Bank e Invbank, compañías que ya habían sido señaladas por sus vínculos con el crimen organizado en ocasiones anteriores. Según reportes de la prestigiosa revista brasileña Veja, este sistema habría permitido el lavado de aproximadamente 6 billones de reales (aproximadamente 1,1 billones de dólares) mediante operaciones financieras que involucraban a Brasil, Paraguay, Estados Unidos, China y otros países, conformando una red internacional de lavado de activos.
El caso tomó mayor relevancia al conocerse que la investigación se originó a partir de declaraciones proporcionadas por Antônio Vinicius Gritzbach, un colaborador de la justicia que fue asesinado el pasado 8 de noviembre en una de las puertas de acceso del aeropuerto de Guarulhos, en São Paulo. En sus declaraciones al Ministerio Público, Gritzbach había denunciado específicamente a estas financieras digitales de lavar activos para el PCC, lo que podría explicar el móvil de su asesinato. Por este crimen, a mediados de enero, quince policías brasileños fueron detenidos bajo sospecha de estar implicados en la eliminación del testigo clave.
La conexión paraguaya en este caso no resulta sorprendente para los expertos en seguridad regional. El PCC, que surgió hace tres décadas en las cárceles de São Paulo, ha expandido progresivamente sus operaciones por todo el territorio brasileño y ha establecido importantes conexiones en varios países sudamericanos, con especial presencia en Paraguay y Bolivia. La ubicación geográfica paraguaya, sus fronteras porosas y un sistema financiero con menores controles que el brasileño han convertido al país en un territorio atractivo para las operaciones del grupo criminal.
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Las implicancias de este caso para Paraguay son significativas. Las autoridades paraguayas deberán intensificar la cooperación con sus homólogos brasileños para identificar las ramificaciones locales de este esquema financiero y determinar qué instituciones o personas podrían estar involucradas en el territorio nacional. La Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD) y la Fiscalía Especializada en Delitos Económicos y Anticorrupción serán claves en esta tarea.
Este caso pone de manifiesto, una vez más, la sofisticación creciente de las organizaciones criminales, que han evolucionado desde el tradicional manejo de efectivo hacia esquemas financieros complejos que aprovechan las nuevas tecnologías y las fintechs para mover grandes sumas de dinero a través de fronteras internacionales. La digitalización del sistema financiero, si bien ofrece enormes ventajas para la inclusión financiera, también presenta desafíos significativos para las autoridades encargadas de combatir el lavado de dinero.
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Para Paraguay, este caso representa un llamado de atención sobre la necesidad de fortalecer los controles en el sistema financiero y mejorar la coordinación entre las distintas agencias de seguridad nacional e internacional.
El país, que ya ha sido señalado en múltiples ocasiones por organismos internacionales como vulnerable al lavado de activos, enfrenta el desafío de modernizar su marco regulatorio para enfrentar estas nuevas modalidades delictivas que aprovechan las herramientas digitales para evadir controles tradicionales.
Fuente: ABC Color







