La exministra de la Niñez y Adolescencia, Teresa Martínez, quien actualmente se desempeña al frente de la Secretaría Ejecutiva de Trata de Personas, ha expresado su profundo pesar por el trágico desenlace de María Fernanda, la adolescente de 17 años que fue hallada calcinada, con cuatro meses de gestación, tras haber estado desaparecida. Martínez calificó el crimen de la joven como un hecho “que atemoriza a cualquiera” y que, según su reflexión, “no debía de ocurrir”.
En contacto con Radio Monumental 1080 AM, la ex ministra sostuvo que el caso de María Fernanda es de esos que no solo impactan, sino que llevan a la introspección. “Es un caso que atemoriza a cualquiera y más a uno, que está en un cargo público; es un caso que no debía de ocurrir, cuando ocurrió no obtuvo la respuesta que tuvo que tener y tuvo un fin trágico”, lamentó, señalando la ineficacia de la respuesta inicial.
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Martínez profundizó en su análisis, indicando que ante un crimen de esta magnitud, “uno se cuestiona todo”, desde las circunstancias que llevaron a una joven como María Fernanda a un final tan cruel. La exministra fue enfática al señalar una falla sistémica: “Evidentemente, todo el sistema de protección social falló, no pudieron sonar las alarmas para que se activen estos sistemas, y eso es lo más terrible”. Esta reflexión apunta a la ausencia de mecanismos preventivos o la inoperancia de los existentes que hubieran podido evitar la tragedia.
Además, Teresa Martínez indicó que existieron una serie de omisiones o carencias que impidieron a María Fernanda acceder a la ayuda necesaria de manera eficaz. “Ella no tuvo protección o no supo recurrir”, prosiguió la exministra, sugiriendo una brecha entre la necesidad de auxilio de la víctima y la capacidad del sistema para brindárselo.
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La exministra aclaró que, en el caso de María Fernanda, no se detectó una desprotección familiar directa. Sin embargo, enfatizó que “falló todo lo que tenía que estar previsto para que este tipo de casos no ocurra”. Este punto resalta la complejidad de la protección a la niñez y adolescencia, donde, aunque el entorno familiar sea estable, otros factores externos y fallas en el sistema de apoyo social pueden llevar a desenlaces fatales.
Martínez concluyó que María Fernanda “cayó en manos de una persona de su misma edad y el resultado fue espantoso”. Esta afirmación subraya la vulnerabilidad de los adolescentes ante pares con intenciones dañinas, y cómo la falta de una red de contención eficaz puede tener consecuencias devastadoras.
Fuente: Última Hora
