Paraguay mantiene una relación comercial sostenida con China, a pesar de no contar con vínculos diplomáticos formales. El gigante asiático representa el 36% de las importaciones del país, consolidándose como el principal proveedor externo. Solo en los primeros cinco meses de 2025, las compras superaron los 2.450 millones de dólares, con un crecimiento del 10% respecto al año anterior, según datos oficiales.
Este crecimiento se explica por la alta demanda de productos como teléfonos celulares, electrodomésticos, maquinaria, autopartes y neumáticos. También destacan artículos para el hogar, plásticos, juguetes, motocicletas y textiles. La presencia china se extiende a sectores estratégicos como la construcción, el agro y el comercio minorista.
La directora comercial de la Cámara de Industria y Comercio Paraguay–China, Jessica Chenu, explicó que el comercio bilateral se sostiene a través de mecanismos indirectos. Las importaciones se canalizan mediante hubs logísticos ubicados en Uruguay, Panamá y Chile, así como a través de agentes aduaneros y acuerdos multilaterales bajo el marco de la OMC.
Esta vía indirecta permite que, incluso sin embajada o relaciones formales, las empresas paraguayas accedan a una oferta diversa y competitiva. La estabilización de los costos logísticos tras la pandemia y la reactivación de la construcción y el agro también influyen en el aumento de la demanda de insumos provenientes del país asiático.
Desde la Cámara se plantea la necesidad de equilibrar la balanza comercial. Chenu mencionó que Paraguay podría exportar carne, soja, azúcar, sésamo, yerba mate, frutas exóticas y alimentos procesados, además de servicios como software y productos agroindustriales, si se superaran las barreras políticas y logísticas actuales.
Actualmente, la Cámara gestiona licencias para que exportadores paraguayos puedan acceder al mercado chino a través de acuerdos técnicos, y promueve la asistencia a importadores mediante plataformas que conectan con proveedores verificados en China.
El impacto del comercio con China es ambivalente. Por un lado, permite a las industrias y comercios acceder a bienes e insumos de bajo costo, dinamizando el consumo y la producción. Por otro, representa un desafío para la industria nacional, que enfrenta dificultades para competir en términos de precio y volumen.
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La Cámara aboga por políticas que acompañen las importaciones con incentivos a la industrialización local. La innovación, la tecnología y la inversión en manufactura son vistas como claves para enfrentar los desafíos que plantea esta relación comercial asimétrica.
El promedio anual de importaciones desde China supera los USD 4.500 millones y continúa en ascenso. Este dato evidencia que la relación comercial no depende de la diplomacia, sino de factores económicos prácticos, como la competitividad y la demanda local. La tendencia apunta a una profundización de esta interdependencia económica.
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Paraguay deberá decidir si desea mantener este vínculo por vías indirectas o avanzar hacia una relación más estructurada y diversificada, que permita también colocar productos nacionales en uno de los mercados más grandes del mundo.
Aunque no hay señales oficiales de cambio en la política exterior paraguaya respecto a China, diversos sectores económicos consideran necesario fortalecer los canales de comunicación comercial, formalizar procesos de exportación e implementar plataformas digitales que conecten a pequeñas y medianas empresas paraguayas con compradores en el mercado chino.
Fuente: Infonegocios
