La Agrupación Especializada de la Policía Nacional de Paraguay está en el centro de una polémica por el hallazgo de un cargamento de cocaína, marihuana, crack y pastillas de Disomnilan, en un procedimiento encabezado por el fiscal de Narcotráfico, Christian José Ortiz Riveros. El escandaloso operativo realizado el pasado sábado ha destapado lo que parece ser una red de narcotráfico dentro de la propia institución policial.
El allanamiento se llevó a cabo en la sede de la Agrupación Especializada, ubicada junto a la Penitenciaría Nacional de Tacumbú en Asunción. Durante la operación, los agentes del Departamento Especializado Contra el Narcotráfico y Delitos Conexos, también conocido como Antinarcóticos, hallaron la droga en un sector de la unidad conocido como el Cuadrilátero, que alberga la compañía de Infantería.
Dentro de un roperillo de la compañía, los fiscales encontraron una mochila con nueve panes de marihuana, un pan de cocaína, un pan de crack y 800 pastillas de Disomnilan. A pesar de que los oficiales presentes en el área se desentendieron de la carga, las investigaciones apuntaron rápidamente al suboficial primero Pablo César Franco Torres, de 38 años, quien recientemente había sido trasladado a la Comandancia de la Policía por otras inconductas.
El hallazgo deja en evidencia una posible complicidad dentro de las filas policiales. Franco Torres, quien fue detenido tras el descubrimiento, negó ser el propietario de la droga y alegó que su traslado había sido realizado días antes del allanamiento. Según su declaración, los hechos podrían haber sido manipulados por sus compañeros para incriminarlo.
El fiscal Ortiz decidió liberarlo temporalmente mientras se recogen más pruebas que permitan confirmar su implicación en el tráfico de estupefacientes. La investigación no solo se centra en Franco Torres, sino también en los expolicías Lorenzo Ramón Mena Ibarra y José Isacio Peralta Martínez, quienes dirigen cantinas dentro de la Agrupación Especializada y han sido señalados por vender drogas tanto a los policías como a los presos del cuartel. Ambos exagentes tienen condenas previas, Mena por homicidio y Peralta por narcotráfico.
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Una posible línea de investigación sugiere que la droga hallada podría haberse destinado a ser cruzada hacia la Penitenciaría de Tacumbú a través del muro perimetral de la Agrupación Especializada. Esto fortalecería la hipótesis de que la unidad es un depósito de estupefacientes utilizado para abastecer tanto a internos como a policías corruptos.
Este descubrimiento deja en evidencia las fisuras dentro de la estructura policial y la posible complicidad de altos funcionarios en el narcotráfico, lo que plantea preguntas sobre la integridad de las fuerzas de seguridad. La policía, encargada de combatir el crimen, podría estar alimentando el mismo flagelo desde dentro, complicando aún más la lucha contra las drogas.
Fuente: ABC Color







