Los polémicos molinetes con reconocimiento facial instalados en el estadio Defensores del Chaco quedaron fuera de uso antes del partido de la Albirroja. La Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) y la Policía Nacional resolvieron su retiro tras recibir graves advertencias sobre riesgos de seguridad.
Los equipos habían sido colocados en los accesos de los sectores norte, sur y platea, con la promesa de mejorar la trazabilidad de ingresos. Sin embargo, la Policía Nacional aseguró no haber sido consultada previamente y advirtió que los dispositivos podían provocar embotellamientos y hasta avalanchas humanas en caso de aglomeración.
Policía cuestiona uso de molinetes en Defensores del Chaco por peligro de avalanchas
El comisario Juan Agüero, jefe policial en Asunción, sostuvo que la medida fue inédita en estadios del país y lamentó la falta de coordinación. “Nosotros solo vimos que ya estaban en el lugar”, señaló. También cuestionó la necesidad de este sistema, recordando que el control de entradas ya se realiza de forma digital en los primeros anillos de seguridad.
Por su parte, Fernando Villasboa, gerente de Licencias de la APF, defendió inicialmente la iniciativa, señalando que la empresa Tuti era responsable del sistema y que los datos podrían ser compartidos con la Policía. No obstante, Agüero negó cualquier participación institucional en ese sentido, lo que evidenció contradicciones entre las versiones oficiales.
La instalación de los molinetes también generó críticas por el vínculo empresarial. Los dispositivos llevaban el logo de ITTI, compañía del Grupo Vázquez, al que pertenece Tuti, firma encargada de la venta de entradas. Este conglomerado ha sido señalado en los últimos años por beneficiarse con licitaciones estatales y convenios cuestionados.
Unite a nuestro canal de Whatsapp
Desde el Ministerio del Interior, Hernán Escobar, director del Sistema 911, advirtió sobre los riesgos de crear bases de datos paralelas si las empresas no utilizan la plataforma estatal de validación biométrica. Alertó que Paraguay carece de una ley de protección de datos, lo que abre la posibilidad de que información sensible pueda ser almacenada o comercializada sin control.
Finalmente, tras una reunión entre la APF y la Policía Nacional, se resolvió retirar los molinetes y habilitar accesos convencionales. Aunque la decisión calmó las críticas inmediatas, el episodio dejó al descubierto la falta de coordinación entre instituciones y la fragilidad en el uso de nuevas tecnologías sin un marco legal sólido.
Fuente: ABC Color
