El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue hospitalizado este martes tras haber sido condenado a 27 años y tres meses de prisión por intento de golpe de Estado. La internación se produjo pocas horas después de la publicación oficial del fallo.
Bolsonaro presenta síntomas agudos como vómitos, hipo severo y presión arterial baja, según reportes del senador Flávio Bolsonaro. Su salud motivó atención médica inmediata ante posibles complicaciones derivadas de la sentencia.
El expresidente estaba bajo prisión domiciliaria preventiva desde agosto, tras la confirmación de la condena que aún está en etapa de apelaciones. Agentes penitenciarios custodian el ingreso al centro médico donde fue atendido.
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Familiares informaron que se le estuvieron practicando análisis clínicos y que se encuentra recibiendo medicación intravenosa. Michelle Bolsonaro confirmó que su esposo fue sometido a exámenes adicionales para descartar riesgos mayores.
El fallo contra Bolsonaro fue emitido por el Supremo Tribunal Federal tras declarar su responsabilidad en varios delitos vinculados al intento de subvertir el orden institucional tras las elecciones de 2022. Se le halló culpable de liderar organización criminal armada.
El diputado Evair Vieira de Melo aseguró que un equipo médico especializado se trasladará desde São Paulo a Brasilia para brindar apoyo clínico al expresidente. Se estima que la internación será prolongada, más allá de una evaluación rápida.
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Bolsonaro había padecido problemas de salud previos, incluyendo anemia, y una operación menor por lesiones en la piel días antes del veredicto. Su defensa había aludido a estas afecciones para justificar su baja participación durante el juicio.
Mientras tanto, autoridades judiciales explicaron que la condena no es ejecutable hasta que se resuelvan los recursos presentados por la defensa. Pese a esto, la sentencia ya tiene efectos políticos significativos.
Fuente: Perfil
