La tendencia de muchos hombres a posponer la visita al médico puede tener consecuencias graves, especialmente entre los 40 y 60 años. Especialistas consultados por The Telegraph advirtieron que ciertos síntomas, aunque parezcan menores, pueden ser indicio de enfermedades crónicas o graves que avanzan sin ser detectadas.
Según la médica Semiya Aziz, existen tres factores que explican la resistencia masculina a acudir a un consultorio: vergüenza, falsa sensación de invulnerabilidad y temor a recibir un diagnóstico complicado. Este comportamiento retrasa la detección y empeora los resultados en enfermedades como diabetes, cáncer o afecciones cardíacas.
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Entre las señales de alerta figura la aparición de manchas oscuras y protuberancias en la piel, que pueden relacionarse con resistencia a la insulina y riesgo de diabetes tipo 2. La disfunción eréctil persistente también preocupa, ya que puede anticipar hasta con diez años problemas cardíacos.
La fatiga excesiva durante el día o la sequedad bucal al despertar podrían ser signos de apnea del sueño, un trastorno asociado a hipertensión, demencia y accidentes cerebrovasculares. Otro síntoma clave es la presencia de bultos en los testículos, dado que el cáncer testicular tiene un segundo pico de incidencia alrededor de los 60 años.
Asimismo, la dificultad para orinar, el chorro débil o la sangre en la orina deben motivar una consulta médica, pues podrían estar relacionados con cáncer de próstata o hiperplasia benigna. En la misma línea, la falta de aire al realizar ejercicio no siempre es sinónimo de mala condición física: puede ser una advertencia de disfunción cardíaca o fibrilación auricular.
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El dolor persistente de espalda o piernas, sobre todo si se irradia hacia la extremidad, puede señalar un deterioro en los discos vertebrales. Finalmente, el sangrado rectal o los cambios prolongados en los hábitos intestinales constituyen un signo de riesgo frente al cáncer de colon o complicaciones intestinales como la diverticulitis.
Los especialistas coinciden en que la consulta temprana es clave. Incluso si el diagnóstico resulta benigno, acudir al médico puede prevenir complicaciones mayores. La recomendación final es clara: ante cualquier duda, priorizar la salud por encima de la costumbre de ignorar los síntomas.
Fuente: Infobae
