Policiales

Marset en la mira: denuncian su retorno a Bolivia

Un exsocio de Sebastián Marset lo ubicó en el Urubó, Santa Cruz, tras un doble secuestro. La denuncia cita amenazas y protección local. La DEA lo considera objetivo clave y en Paraguay se lo vincula al caso A Ultranza.

Sebastián Marset, presunto narco prófugo de la justicia.

El uruguayo Sebastián Enrique Marset Cabrera, de 34 años, fue señalado nuevamente en Bolivia. Un exintegrante de su estructura, el boliviano Erlan Ivar García López, lo ubicó en el barrio Urubó de Santa Cruz de la Sierra. La versión reactivó alertas policiales con alcance internacional.

García López, capturado en 2023 como número dos de la organización presuntamente liderada por Marset, difundió un video con nuevos datos. En ese material informó el secuestro de la madre de su hija, Sorayda Vanesa Ríos Moreira, y del chofer que la acompañaba.

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El doble secuestro ocurrió el sábado en la zona de Urubó. De acuerdo con el diario El Deber, un grupo armado irrumpió en un condominio de esa área exclusiva, redujo a los guardias y retiró por la fuerza a dos personas. El hecho reforzó la hipótesis de disputas internas.

En su mensaje, García López responsabilizó a Marset por amenazas previas. Explicó que las presiones apuntaron a silenciarlo y que incluyeron advertencias contra su entorno familiar. La denuncia agregó elementos que las autoridades pueden contrastar con registros y testigos.

El denunciante sostuvo además que Marset permanecía en Bolivia y que se habría sentido respaldado por mandos policiales. Dijo que esa percepción surgió de una videollamada en la que el uruguayo aseguró estar protegido. La afirmación requiere verificación oficial.

García López añadió que uno de los trabajadores del condominio habría reconocido a Marset durante el operativo. Ese dato sugiere participación directa del señalado, aunque su confirmación depende de pericias y comparecencias ante las instancias competentes.

Marset figura entre los objetivos prioritarios de la DEA en investigaciones de narcotráfico regional. En Paraguay, su nombre está asociado al caso A Ultranza, que moviliza a autoridades del ámbito fiscal y policial. El cruce de datos entre países vuelve a ser clave.

La secuencia denunciada en Santa Cruz conecta un hecho violento con un actor buscado a nivel continental. La información divulgada por García López instala nuevas líneas de pesquisa sobre movimientos y apoyos locales. El seguimiento internacional permanece activo.

El episodio también subraya la necesidad de cooperación judicial. El cruce de identidades, teléfonos y cámaras de seguridad podría aclarar responsabilidades. El foco está en Urubó y en la posible reconfiguración de redes que operan en la región andino-platense.

Fuente: ABC Color