Nacionales

Vecinos escrachan al exdiputado Orlando Arévalo y a su esposa durante una reunión en Lambaré

Un grupo de vecinos escrachó al exdiputado Orlando Arévalo y a su esposa Carolina González durante una reunión barrial en Lambaré.

La concejala lambareña Carolina González y su esposo, el exdiputado Orlando Arévalo.

Un tenso momento se vivió este fin de semana en el barrio Villa Angélica de Lambaré, cuando vecinos escracharon al exdiputado Orlando Arévalo y a su esposa Carolina González, quien impulsa su precandidatura a la Intendencia local. El incidente se registró durante la elección de la comisión vecinal del barrio, donde varios asistentes exigieron que ambos se retiraran del lugar.

Videos difundidos en redes sociales muestran a los vecinos gritando frases como “¡Fuera de aquí!” y “¡Gente malagradecida!”, mientras el exlegislador abandonaba la reunión junto a su esposa visiblemente incómodo. La situación se tornó más tensa cuando algunos presentes reprocharon la presencia de figuras políticas en espacios barriales que buscan mantenerse al margen de los intereses partidarios.

“Nos dan vergüenza”, gritó una mujer en medio de los reclamos, reflejando el malestar generalizado hacia la intromisión de actores políticos en asambleas vecinales. La jornada, que debía centrarse en la renovación de autoridades barriales, terminó empañada por el fuerte rechazo ciudadano.

Unite a nuestro canal de Whatsapp

De acuerdo con los organizadores, el evento tenía como propósito elegir nuevos representantes comunitarios y fortalecer la participación social. Sin embargo, la presencia del exparlamentario generó divisiones entre los asistentes y provocó la intervención de los coordinadores para evitar mayores incidentes.

No es la primera vez que Orlando Arévalo es blanco de manifestaciones públicas. En una ocasión anterior, fue increpado mientras cenaba junto a su esposa en un club privado, episodio que también se viralizó en redes sociales y alimentó el debate sobre la credibilidad de dirigentes con antecedentes cuestionados.

Fuente: El Nacional