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«Me siento mutilada»: Mujer relata lo que padeció luego de ser operada en sanatorio privado

Mirta Alcaraz, conocida odontóloga, fue sometida a una intervención ginecológica en el sanatorio Migone. La operación le dejó severos daños en el organismo debido a una presunta negligencia médica. La profesional y sus abogados narraron lo sucedido a RDN.

Mirta Alcaraz. Foto: Archivo/Mercedes Toñánez.

“Estoy con un cuadro depresivo, no me siento en condiciones, no puedo trabajar, me siento humillada, por el médico, por el Migone, como que no dan importancia a la gravedad. Como persona me siento desmoralizada, no tengo fuerzas para salir a la calle”, comenzó diciendo Alcaraz sobre su situación actual a casi un mes de su primera operación, registrada el 8 de junio.

“Me manejo en silla de ruedas, porque si camino orino y no siento. Me tengo que manejar con pañal cuando toda la vida la gente que a mi me conoce sabe que soy independiente y una mujer de lucha, que salgo y me muevo, me siento limitada en todo, me siento mutilada”, añadió con mucho pesar.

“Entré para una cosa y salí dañada y afectada físicamente, emocionalmente, moralmente (…), es mi tercera intervención y parece una pesadilla que no voy a salir nunca, me siento mal”, lamentó.

El caso

Para que Alcaraz tenga semejantes expresiones, es necesario explicar qué fue lo que pasó, siempre de acuerdo a lo expuesto por la paciente y sus abogados.

Ella fue sometida a una histerectomía total en el Sanatorio Migone el 8 de junio, ese mismo día se detectó que de la herida emanaba su propia orina.

Uno de los abogados de la mujer, Carlos Antonio Neffa Olmedo, aseguró que en los documentos consta todo lo actuado por el Dr Luis Iván Vyzokolan Corrales, quien efectuó la intervención.

La hoja técnica quirúrgica determina todo lo efectuado por el profesional de la salud, que además del Sanatorio Migone, se desempeña en centros asistenciales del sistema de salud pública.

Explicaron que durante la cirugía, el doctor habría cortado uno de los uréteres de la mujer, mientras que el otro fue dañado, debido a un procedimiento.

“Los uréteres son los conductos que transportan el orín del riñón a la vejiga. El derecho me negrosó, es decir mató una parte, cortó y se necrosó, es decir ya no sirve más. El izquierdo por la cantidad de gasa que él me coloca y me hace un packing-que es un procedimiento cuando hay hemorragias leves, si bien lo mío no era hemorragia leve-me llena de gasa el abdomen, presiona tanto que también me lesiona”, relató la afectada.

“Me deja sin funcionar ninguno de los dos uréteres”, precisó.

Horas después de la primera intervención, la mujer fue enviada a terapia intensiva, donde nadie había advertido que no estaba orinando, hasta que un terapista se dio cuenta que emanaba líquido de su herida.

Alcaraz durante su denuncia ante la Fiscalía. Foto: Mercedes Toñánez.

El sanatorio contactó con un urólogo que revisó la condición de la paciente a las 3:00 del 9 de junio. Horas después fue sometida a una nueva intervención para colocarle unos catéteres que puedan cumplir de alguna manera la función de las partes dañadas.

Justamente, este viernes uno de los implantes debe ser retirado, mientras que el otro tendrá que ser removido en unas semanas.

Alcaraz recalcó que no hay ninguna garantía que ella pueda contar con las mismas condiciones que tenía antes de la cirugía, es decir podría quedar con graves secuelas, como ya se encuentra actualmente.

Otra cuestión que lamentó la mujer consiste en que el sanatorio cobró por la intervención, siendo que se había dado por la presunta mala praxis del médico. La paciente tuvo que pagar más de G. 31 millones para poder salir del nosocomio.

Ahora, las dos intervenciones a las que será sometida demandarán un pago de más de G. 11 millones, sin contar medicamentos, descartables, ni el alquiler de un aparato explorador.

Dentro de todo lo ocurrido, la paciente reclama que el médico la abandonó y se fue a Colombia. Volvió el 16 de junio y contactado por la mujer respondió que él ya tenía establecido el viaje.

Denuncia

Actualmente se encuentra en marcha una denuncia penal contra Vyzokolán. En su momento, el profesional llegó a ofrecer G. 10 millones para reparar del daño, afirmando que no tenía dinero, según el abogado de la mujer.

Los hechos punibles que le serían imputados son lesión, violación del deber del cuidado y violación del artículo 123 del Código Penal.

Además, dentro de la próxima semana, se entablará una demanda en lo civil contra el Sanatorio Migone, debido a las supuestas omisiones en las que incurrió.

Neffa explicó que no desean sacar rédito económico, pero sí que el daño sea reparado y que se conozca cómo se dio el proceder del médico.

Acta de denuncia.

Ante esta denuncia posteriormente RDN buscará contar con la versión del médico y del centro asistencial.