Según datos de la plataforma de servicios tecnológicos, Bancard a junio de este año existen 1.939.000 de tarjetas de débito vigentes.
Del total de las transacciones que se realizan con tarjetas electrónicas, el débito tiene un porcentaje de uso que llega al 70% frente a las tarjetas de crédito que tienen un porcentaje del 30%.
Este último producto viene en caída desde la aplicación de la ley que reguló las tasas hace más de tres años, y afectó especialmente a los estratos de clase media.
La preferencia de los usuarios hace que el pago con tarjeta de débito, se dé por diversos motivos en lo que se destacan la seguridad de no portar dinero en efectivo, seguridad sanitaria, practicidad y trazabilidad que aporta su uso.
El aumento en el uso correcto de los instrumentos de pagos electrónicos como lo son las tarjetas de débito son el vehículo para alcanzar la formalización de la economía y de la inclusión financiera.
Ampliar la base de personas que tengan acceso a productos financieros básicos como una cuenta de ahorro con tarjeta de débito permitirá al mismo tiempo, que la oferta de servicios de pagos electrónicos sea más amplia, con una reducción de costos que posibilitará a las industrias de pagos crecer y seguir innovando en el mercado, con beneficios para toda la economía en su conjunto.
