Espectáculos

Se le hace difícil a Neil Young demandar a Trump

El rockero se enojó porque el presidente usa sus canciones en campaña. Pero la misma paga las licencias mediante acuerdos con entidades, lo que complica una demanda.

Foto: Captura del concierto de Neil Young & Promise of the Real en el Farm Aid 2019. Canal oficial del Farm Aid en Youtube.

El cantautor canadiense radicado en Estados Unidos, Neil Young, se había enojado en julio de 2020 porque su tema Rockin’ in the free world (Rockeando en el mundo libre) estaba haciendo usado en las campañas de reelección de Donald Trump y expuso que lo demandaría.

Pero el principal impedimento que tuvo el artista, al igual que otras, se debe a los acuerdos que mantienen las mismas entidades de autoría con los creadores de las obras. La Sociedad Estadounidense de Compositores, Autores y Editores (ASCAP por su sigla en inglés) y BMI (Broadcast Music, Inc.), una de las tres organizaciones más grandes de derechos de difusión en Estados Unidos, junto con Pro Music Rights y la ya mencionada, da un manto legal a las campañas políticas a la hora del uso de canciones, debido a acuerdos de ejecución pública a cambio de tarifas. Es decir, los artistas cobran indirectamente un dinero por el uso de sus temas.

Pese a este detalle, el descontento no cambia, ya que muchos consideran que se tergiversa el mensaje, pero el reclamo pierde fuerza ante el sistema legal que lo permite. El periodista del periódico New York Times, Ben Sisario, expone en su artículo “Can Neil Young Block Trump From Using His Songs? It’s Complicated” (¿Puede Neil Young impedir que Trump use sus canciones? Es complicado) que un hecho similar ocurrió con los Rolling Stone, cuando Trump también había usado la canción de 1969 You Can’t Always Get What You Want.

“Los Stones dijeron que demandarían si Trump usaba su música nuevamente”, escribe Sisario. “Y tanto ASCAP como BMI dijeron que, a pedido de la banda, habían eliminado sus canciones de la lista de trabajos ofrecidos a campañas políticas. (Las reglas para usar una canción en una película o comercial son más claras: se necesita el permiso directo de un escritor o de su editor).

El periodista también expone que el abogado de Neil Young aseguró que la canción en cuestión, Rockin in the Free World, al igual que otra, Devil’s Sidewalk, habían sido eliminadas de la “licencia política” de ASCAP, pero duda de que sea legal. “No está claro si tales retiros están permitidos bajo los acuerdos regulatorios de ASCAP y BMI con el gobierno federal, que fueron instituidos hace décadas para prevenir conductas anticompetitivas”, dice el columnista del New York Times.

Por ahora, según especialista legales, para evitar estos problemas, debido al muro legal que existe, es que los artistas sean claros en sus composiciones en relación al mensaje evitando así interpretaciones libres y ejercer presiones mediáticas que a veces, tienen su fruto como sucedió con Steven Tyler, de Aerosmith, que consiguió con una carta interrumpir el uso de temas como Dream On.