Disney apostó en grande a Mulan, una producción de 200 millones de dólares. Pero al llegar al mercado chino, el segundo cinematográfico más importante del mundo, se topó con algo inesperado; la burla de los propios chinos ante una película que es vista con estereotipos e imprecisiones históricas, según relató en el diario estadounidense New York Times las periodistas Amy Qin y Amy Chang Chien.
“Los cineastas se esforzaban demasiado en complacer a China, pero no se esforzaron lo suficiente para que sus hechos históricos fueran correctos. Hicieron que Mulan se occidentalizara demasiado y aun así sucumbieron a los estereotipos orientalistas. Eligieron a actores chinos populares, pero les dieron líneas en inglés que se sentían incómodas en un entorno chino”, expone una parte del artículo.
El artículo incluye testimonios de personas en china, como lo que dijo un joven de 30 años, de nombre Qiu Tian, que calificó la cinta usando el nombre de Mulan como un “desperdicio”.
En su primer fin de semana, recaudó uno 23 millones de dólares, cifra tibia en cuanto a lo esperado, pero suficiente como para liderar la taquilla, aunque fue el único estreno importante.
Cabe señalar que el personaje es delicado para la cultura China. Está basado en Hua Mulan, protagonista de una leyenda china que relata la historia sobre una mujer que luego de disfrazarse de guerrero acude a la guerra contra la invasión de los Hunos. La pieza se escribió en el siglo VI, durante el mandato de la dinastía Tang.
