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Maduro reclama el avión retenido en Argentina y solicitado por EE.UU.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a EE.UU. de querer robar la aeronave investigada por nexos con el terrorismo, que se encuentra retenida en el aeropuerto de Ezeiza en Argentina.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Foto: Captura.

El presidente Maduro protestó el miércoles al pedido de Estados Unidos a la Argentina de incautar un avión Boeing 747 venezolano retenido en Buenos Aires desde el 6 de junio y pidió respaldo argentino para recuperar esa aeronave, de acuerdo al informe del medio argentino La Nación.

Pretenden robarnos un avión propiedad de Venezuela, legalmente propiedad de Venezuela, en la Argentina por mandato de un tribunal imperial (…), después de tenerlo secuestrado por dos meses”, dijo Maduro. Agregó, en declaraciones, a la televisora oficial VTV: “Venezuela levanta su protesta y le pide al pueblo argentino todo su apoyo para recuperar ese avión”.

Aseguró que el avión era usado para transportar medicinas a Venezuela desde países como China, Rusia o India y también para llevar “ayuda humanitaria” a naciones del Caribe.

El avión carguero de Emtrasur, filial de la aerolínea estatal venezolana Conviasa, fue retenida después de aterrizar en el aeropuerto de Ezeiza, con una tripulación de 14 venezolanos y cinco iraníes y una carga de autopartes.

Antes de volar a la Argentina con autopartes, el avión estuvo en mayo en Paraguay, desde donde llevó a la isla caribeña de Aruba un cargamento de cigarrillos de Tabacalera del Este S.A. (Tabesa), propiedad del expresidente Horacio Cartes, quien recientemente fue designado por EE.UU. como significativamente corrupto.

El piloto de la aeronave, Gholamreza Ghasemi, fue imputado por la Fiscalía del vecino país, para ser investigado por posibles actos de terrorismo.

Ahora pretenden robarnos el avión también, como se robaron el oro en Londres o pretenden robarse el oro en Londres”, continuó Maduro, que así hizo también referencia a la negativa del Banco de Inglaterra de darle control de reservas de unos USD 1.900 millones en oro depositadas allí por el Banco Central de Venezuela (BCV), lo que calificó como “una acción de piratería”.

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