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Seguridad de Catar 2022 tiene tres desafíos en seguridad

Ante la celebración del Mundial de Fútbol en Catar se desplegaron numerosas infraestructuras, como complejos deportivos y establecimientos hoteleros, y facilitó la distribución de los fans a las sedes, permitiendo las reuniones de aficionados y la venta de alcohol.

Foto: Gentileza.

Este evento deportivo se ha denominado El mundial de la seguridad, dado que Catar es un país especialmente seguro, y precisamente por este motivo se presupone una menor necesidad de efectivos policiales en su día a día.

Ante la celebración de este evento masivo, que se desarrollará en 8 estadios deportivos con capacidad para albergar entre 80.000 y 40.000 personas, se han desplegado importantes medidas de seguridad:

Puesta en marcha de la “Operación Escudo de la Copa del Mundo”, que integra a los cuerpos y fuerzas de seguridad de 13 países en el propio dispositivo policial internacional de seguridad por tierra, mar y aire.

Asimismo, se ha incorporado el uso de drones y otras tecnologías destinadas a la mitigación de amenazas en el espacio aéreo.

Adicionalmente, los hoteles han reforzado sus medidas de seguridad ante los posibles robos que podrían ocurrir dirigidos contra bienes de gran valor de los huéspedes. A modo de ejemplo, la federación inglesa de fútbol ha instado a los acompañantes de los futbolistas a adoptar medidas de autoprotección frente al potencial robo de sus objetos de valor, además de contratar seguridad privada para minimizar la materialización de este riesgo.

La Unidad de Inteligencia y Prospectiva de Prosegur señala tres grandes amenazas que pueden repercutir sobre la seguridad del evento:

-Afluencia masiva en los estadios y alrededores. Los analistas señalan especial riesgo en el acceso a los estadios en los que van a disputarse los partidos. Es probable que media hora antes del inicio de cada partido – coincidiendo con el cese de la venta de alcohol por parte de entidades autorizadas – los accesos presenten aglomeraciones que potencien el riesgo de intrusiones, avalanchas y actos vandálicos derivados de la tensión entre aficionados

-Incremento de la criminalidad patrimonial. Ante la llegada de aficionados internacionales y la gran afluencia de personas por la vía pública, en hoteles y en establecimientos comerciales, se subraya el probable incremento de hurtos, especialmente en localizaciones como fan zone, inmediaciones de estadios deportivos y lugares de concentración. Asimismo, el uso obligatorio de la aplicación móvil para el acceso conlleva una serie de riesgos tecnológicos, como estafas asociadas a la venta online, hackeo de dispositivos y uso indebido de datos personales. A su vez, el requerimiento de mostrar las entradas online puede potenciar colapsos en los accesos y la necesidad de tener los dispositivos con suficiente batería antes de cada partido.

-Las llamadas de boicot al Mundial. Desde el anuncio de Catar como sede, han proliferado las críticas hacia el país y el llamamiento realizado por ONGs y sectores de la sociedad civil a llevar a cabo movilizaciones y actos de protesta individuales. La FIFA ha hecho un llamamiento generalizado para aficionados y selecciones invitando a evitar llevar a cabo prácticas que puedan alterar el orden público.

Finalmente, es reseñable recordar que, a pesar de los esfuerzos de seguridad implementados, el significativo impacto mediático de este evento actúa como factor de atracción para delincuentes que buscan proyectar internacionalmente sus acciones reivindicativas o terroristas.