En un movimiento sin precedentes, la ‘Legión Internacional para la Defensa de Ucrania’ ha lanzado un llamado a través de sus redes sociales y una página web en español para reclutar voluntarios hispanohablantes en su lucha contra Rusia.
Este reclutamiento se produce en un momento crítico del conflicto, que ya se aproxima a su segundo año, demostrando la necesidad urgente de Ucrania por fortalecer sus filas frente a un enemigo formidable.
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La Legión, creada por un decreto del presidente Volodímir Zelenski tras la invasión rusa, ofrece una oportunidad única para aquellos interesados en la causa ucraniana. Acepta voluntarios de 18 a 60 años, sin antecedentes penales y en buen estado de salud.
Aunque la experiencia militar es un plus, no es un requisito excluyente, lo que abre la puerta a una variedad más amplia de candidatos, incluyendo a aquellos con experiencia en servicios como policía o bomberos.
Los números exactos de combatientes extranjeros en Ucrania son inciertos. Según el Ministerio de Defensa ucraniano, hay alrededor de 20.000 de 52 nacionalidades diferentes.
Rusia, por su parte, afirma que son 11.675 mercenarios de 84 países. Entre ellos, hay una presencia notable de combatientes de países como Polonia, Estados Unidos, Canadá, Georgia, Reino Unido y Rumanía.
La presencia hispanohablante en el ejército ucraniano es menor, pero significativa. Se ha informado de la participación y, lamentablemente, de la caída en combate de ciudadanos españoles, así como la existencia de un batallón “Bolívar”, compuesto por venezolanos, colombianos y argentinos. Este detalle subraya la diversidad y la naturaleza internacional de la coalición que lucha junto a Ucrania.
Las condiciones ofrecidas por la Legión son atractivas. Los salarios varían según el despliegue y las condiciones de servicio, con compensaciones que van desde los 550 euros al mes en la retaguardia hasta los 3.029 euros en combate.
Además, en caso de fallecimiento, las familias de los soldados reciben una compensación significativa. Esto, sumado al tratamiento gratuito para soldados heridos y pensiones por discapacidad, pinta un cuadro de un compromiso serio con el bienestar de los voluntarios.
Sin embargo, esta iniciativa no está exenta de controversia. Al enrolarse, los voluntarios se convierten en militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania, lo que podría tener implicaciones legales en sus países de origen. Además, los voluntarios extranjeros no pueden ocupar puestos de oficiales, y el contrato tiene una duración de tres años, con la posibilidad de rescisión fuera de combate.
Fuente: David Fernández – Infobae
